Cinco españoles permanecen en Camboya después de desembarcar del crucero Westerdam tras haberse confirmado que una de las pasajeras, una estadounidense de 83 años, ha dado por segunda vez positivo en coronavirus.
Una de las españolas sigue todavía a bordo del crucero, ahora en cuarentena. Los otros cuatro, según confirma el Ministerio de Exteriores a laSexta, permanecen en un hotel a la espera de recibir los resultados de las pruebas, aunque hacen vida normal.
La iniciativa del Gobierno camboyano de permitir atracar al barco, tras ser rechazado por hasta cinco países, fue aplaudida por la Organización Mundial de la Salud. Ahora, sin embargo, esta medida ha tenido consecuencias.
"El Gobierno no permitirá la entrada en Malasia de ningún crucero que haya pasado por un puerto de China", ha asegurado Wan Azizah, vicepresidenta primera de Malasia.
Más de 1.200 personas han salido del barco sin ninguna medida de seguridad y han sido recibidos por el mismísimo primer ministro del país entre aplausos, ramos de flores e incluso dándoles la mano. Lo que puede suponer una fuente de contagio en caso de que alguno de ellos hubiera contraído el virus a bordo.
Los vuelos charter para evacuar a los pasajeros que siguen en el país también han sido cancelados hasta que se realicen las pruebas.
La situación se complica también en el crucero Diamond Princess, con 70 nuevos casos. Ya serían 355 los positivos a bordo del buque en cuarentena en Japón desde el pasado 3 febrero.
Varios países se han puesto en contacto con el gobierno nipón para evacuar a sus ciudadanos. Estados Unidos enviará un avión a Japón para tener de vuelta a sus nacionales, les harán un test al embarcar y deberán permanecer 14 días en cuarentena por precaución.