Los colegios electorales en Turingia y Sajonia, ambos estados federados del este de Alemania, han abierto a primera hora de la mañana de este domingo para unos comicios que deberán elegir sendos parlamentos regionales y que pueden tener repercusiones a nivel federal debido al repunte de la ultraderecha y a la esperada caída de los partidos de la coalición del canciller Olaf Scholz.

En Turingia están llamados votar cerca de 1,5 millones de electores en 44 distritos electorales y a las elecciones se presentan 15 partidos diferentes. A la cabeza de las encuestas de intención de voto en Turingia está la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD), agrupación frente a la cual los otros partidos han tendido un cordón sanitario por lo que sus posibilidades de formar gobierno son bastantes remotas.

En Sajonia, cerca de tres millones de electores podrán elegir en 60 distritos electorales. Las encuestas apuntan a un duelo reñido entre la Unión Cristianodemócrata (CDU) y la AfD.

En Turingia ha gobernado durante los últimos cinco años una coalición presidida por el partido de La Izquierda del primer ministro, Bodo Ramelow, y de la que forman parte el Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes. En Sajonia un tripartido encabezado por la CDU, con el primer ministro, Michael Kretzschmer, y con el SPD y Los Verdes como socios minoritarios.

AfD, favorito al triunfo

El rechazo a la inmigración está prácticamente en el centro del discurso de AfD desde hace muchos años y, tras lo ocurrido en Solingen, el partido ha intentado instrumentalizar el atentado para sus fines. Con lemas como "Solingen o remigración" o "Solingen o Höcke", en alusión al líder del partido en Turingia, Björn Höcke, los ultraderechistas tratan de sacar provecho de lo ocurrido.

Un simpatizante de AfD, con una camiseta con el lema 'Por la paz, por la libertad, somos uno' durante un acto del partido de ultraderecha

Pero la migración y el terrorismo también ha sido el tema de la semana para el Gobierno de Scholz y la oposición cristianodemócrata. La ministra de Interior, Nancy Faeser, anunció un paquete de medidas entre las que se contaban planes para acelerar deportaciones y la intensificación de la lucha contra el islamismo.

El jefe de la oposición, el presidente de la conservadora CDU, Friedrich Merz, había ofrecido a Scholz buscar un acuerdo para tomar medidas para restringir la migración irregular. Scholz después había anunciado la creación de un grupo de trabajo, con representantes de la oposición y de los gobiernos regionales para acordar medidas al respecto. Pocas horas después 28 afganos condenados fueron deportados a Afganistán.

El primer ministro bávaro y presidente de la Unión Socialcristiana (CSU), Markus Söder, pidió, en una entrevista que publicará mañana el dominical "Welt am Sonntag", restringir el derecho individual de asilo. Algunos analistas han expresado el temor de que convertir el tema clave de la AfD en el principal tema de debate de más alas a la ultraderecha. Otros señalan que una respuesta a lo que ocurrió era necesaria también para no dejar el tema en manos de la AfD.