Duterte había declarado la ley marcial el pasado 23 de mayo, después de que ese mismo día yihadistas del grupo local Maute ocupasen partes de la ciudad de Marawi, en Mindanao. La prórroga de la medida se adoptó con 261 votos a favor y 18 en contra, de los 321 que tienen ambas cámaras, y tras varias horas de debate, según la cadena de televisión GMA.
La mayoría de los legisladores rechazó ampliar la medida excepcional al resto del país. El grupo Maute, afín a Daesh todavía mantiene el control de cuatro barrios de Marawi, donde el número de muertos causados por el conflicto supera los 550 el de desplazados ronda los 400.000.
La ley marcial, cuyo uso está restringido por la Constitución de 1987 para prevenir abusos del poder, ha permitido establecer retenes militares y aplicar toques de queda en Mindanao, con una población de 20 millones de personas, la mayoría musulmanes. Esta semana, el presidente filipino, por recomendación de Defensa, las Fuerzas Armadas y la Policía, solicitó al Parlamento bicameral que aprobase una prórroga antes de que venciese la medida esta medianoche.
La medida ha generado una fuerte polémica, ya que los opositores creen que el mandatario trata de emular al expresidente Ferdinand Marcos (1965-86), quien empleó la ley marcial entre 1972 y 1981 para suprimir la oposición. Un grupo minoritario de diputados de la oposición presentó un recurso para suspender la ley marcial al Tribunal Supremo, pero este falló a favor de mantenerla el pasado día cuatro.