El Gobierno británico cree que el presidente ruso, Vladimir Putin, está detrás de los envenenamientos con novichok que el 4 de marzo de 2018 estuvieron a punto de cobrarse la vida la vida del ex espía doble ruso Sergei Skripal y su hija Yulia en Salisbury, al sur de Inglaterra.
Un representante del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido ha declarado en la investigación señalando directamente al máximo responsable del Kremlin, asegurando que el ataque con esa sustancia era tan sensible que el propio presidente debería haberle dado el visto bueno, según adelanta el periódico 'The Guardian'.
El propio ex espía Sergei Skripal, objetvo del ataque, señaló a Putin como responsable del ataque en una declaración en sede judicial. "Creo que Putin toma todas las decisiones importantes por sí mismo; por lo tanto, creo que al menos debe haber dado permiso para el ataque", aseguró.
Sergei fue envenenado el 4 de marzo de 2018 después de que su hija se rociase con novichok pensando que se trataba de un bote de perfume. Ambos quedaron inconscientes en un banco, y las autoridades que acudieron a su rescate para trasladarles al hospital también se vieron afectados.
De hecho, cuatro meses después, Dawn Sturgess, una mujer de 44 años, murió envenenada al encontrarse su pareja el frasco que contenía el activo tóxico. Las familias de la víctima le han reclamado al Gobierno y a las autoridades británicas que no hicieran todo lo posible para encontrar los restos del primer envenenamiento antes de que a ella le costase la vida.