Los fiscales retiran los cargos por una presunta agresión sexual en 2016 contra Kevin Spacey días después de que el joven que lo había acusado desiste definitivamente de sus afirmaciones.
El fiscal señaló que presentaban un "Nolle prosequi", un término legal que designa los casos en los que no se va a continuar con la persecución por la falta de disponibilidad del testigo.
El pasado 5 de julio retiró los cargos el joven que había acusado a Kevin Spacey por agresión sexual durante el juicio civil que se estaba celebrando en un tribunal de Massachusetts. La demanda fue desestimada "con prejuicio" y no se podrá volver a presentar. Spacey afrontaba una pena de hasta dos años de prisión si era declarado culpable.
En el momento del incidente, el acusador tenía 18 años. En una comparecencia inesperada en junio, Spacey defendió su inocencia ante los cargos y su abogado instó al juez a pedir una copia de los datos del teléfono del denunciante porque podrían probar su inocencia. El acusador defendía que había perdido el teléfono móvil. La defensa alegaba que necesitaba recuperar del teléfono los mensajes de texto borrados, aunque el joven negó haber manipulado los mensajes.
Según la denuncia, el joven empezó a hablar de manera amistosa con Spacey en el bar en el que trabajaba. El camarero del bar explicó a la Policía que el actor le compró varias bebidas alcohólicas a pesar de que no tenía la edad mínima para consumir.
Además, le instó varias veces para que fuera a su casa y más tarde acarició su muslo y desabrochó sus pantalones, frotando su pene durante unos tres minutos. El joven asegura que no sabía que hacer porque no quería meterse en problemas por beber sin tener la edad permitida.