Temerarios, agresivos y despiadados. A los mercenarios rusos del grupo Wagner les gusta presumir de sus victorias en redes. Sin embargo, su arrogancia les habría traicionado.
En una foto posan junto a un sonriente periodista ruso cercano al Kremlin, pero ninguno se da cuenta de que toman la imagen delante de una placa. Ni más ni menos la que indica la calle en la que se encuentran. Ellos mismos se delatan ante los ucranianos que, tras descubrir su escondite, lo han destruido. Según las autoridades de Kiev, la menos habría un mercenario ruso muerto y varios heridos.
Ucrania ha difundido imágenes para mostrar cómo, según ellos, ha quedado el lugar tras el ataque. Es la ciudad de Pospana, a 100 kilómetros de Lugansk, donde junto a Crimea se desarrollan los combates más duros. Hoy allí ha habido nuevos bombardeos en los que Kiev ha reivindicado la destrucción de un almacén de munición rusa.
Los rusos también han intensificado sus ataques en las últimas horas. Habrían acabado con hasta cien soldados de la milicia Azov en un ataque en Járkov.