El fotógrafo bangladesí Jibon Ahmed denunció que está bajo "una inmensa presión mental" después de que una fotografía suya de una pareja besándose en público bajo la lluvia se hiciese viral, desatase la polémica en el país y le costase hasta una paliza por parte de otros retratistas.
Ahmed, que cuando tomó la fotografía trabajaba para el medio Purboposhchimbd News, retrató a la pareja en el campus de la Universidad de Dacca cuando los jóvenes se estaban besando ajenos a las precipitaciones del monzón que caían sobre ellos. En una hora, la foto fue compartida cerca de 5.000 veces en las redes sociales Instagram y Facebook y de forma casi inmediata desató un debate público en el conservador Bangladesh.
Muchos apreciaron la pieza por su belleza, pero otros muchos la criticaron por ir en contra de la decencia pública y la privacidad de la pareja, preguntándose si les había pedido permiso antes de capturar un momento tan íntimo. "Aunque la foto era muy personal, la vi como una imagen laica de Bangladesh contra todos los extremistas religiosos y sociales", defendió el estudiante de la Universidad de Dacca Abdullah Rafi.
El joven describió la pieza como un retrato de "amor, felicidad y ternura" y mantuvo que nadie debería encontrar nada "negativo" en ella. Gerente de una empresa financiera, Anawar Sadat destacó a Efe, por su parte, que Bangladesh es un país de mayoría musulmana. "Aquí besarse en un lugar abierto es inaceptable, tomar una fotografía de tal comportamiento y hacerla viral es igual de inaceptable", comentó.
Toda esta polémica tomó por sorpresa al fotógrafo, que nunca pensó que ese "símbolo de amor" le fuese a causar tantos problemas. "Estaba buscando una foto para un trabajo en la lluvia, de pronto me di cuenta de que el chico y la chica estaban sentados en la acera. Cuando me acerqué, les vi besándose en la boca, la escena me deleitó", explicó Ahmed.
"Ellos también se dieron cuenta de que estaba apuntándoles con la cámara, pero no protestaron. Me pareció un puro símbolo de amor", concluyó. De acuerdo con su versión, un día después de que la foto se hiciese viral esta semana, Ahmed recibió una paliza por parte de varios compañeros fotógrafos en el mismo lugar y un día más tarde su jefe le pidió que devolviese su carné de la empresa y portátil, sin ofrecer explicaciones.
El retratista afirmó que nunca se imaginó que el beso fuese a crear tal debate y reconoció que se encuentra bajo una "seria presión mental" y que está siendo víctima de una "crueldad no deseada". Sin embargo, la editora de Purboposhchimbd Khujista Nur-e-Naharin, explicó que al principio creyeron que la fotografía iba a crear una respuesta negativa entre el público, si bien luego decidieron publicarla.
Posteriormente, le entraron dudas sobre su autenticidad y la retiraron. Nur-e-Naharin, que se encargó de editar la fotografía, defendió que Ahmed no fue despedido si no que fue convocado a una reunión y no se presentó, por lo que le pidieron que devolviese las pertenencias de la empresa. Los protagonistas de la fotografía no han hecho ningún comentario al respecto. Un 90 % de los 160 millones de habitantes de Bangladesh profesa el islam, si bien se trata de un país tradicionalmente moderado.