Todos los sectores de Francia han salido a la calle para protestar contra la reforma de las pensiones. Incluso en los lugares más icónicos, como el museo del Louvre. El plan del Gobierno, que se encuentra en plena fase de tramitación parlamentaria, plantea cambiar la edad de jubilación de los 62 a los 64 años. Con este cambio la gente va a tener que cotizar de 42 a 43 y 44 años para disfrutar de una pensión completa, señala el analista político Antoine de Laporte.
Esos años cotizados que se exigirán en Francia para cobrar el 100% de la pensión están aún muy por encima de los 37 que se exigirán a partir de 2027 en España. En nuestro país, también en pleno proceso de reforma, la edad de jubilación serán 67 años para 2027. Es la misma edad que hay ahora mismo en Italia, Grecia o Dinamarca, por encima de los 65 de la media europea y los 60 años de Austria y Polonia. Muchos de estos países también retrasarán su edad en los próximos años.
El secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, Carlos Bravo, señala que cada país está creando su propio sistema para hacer frente al envejecimiento en Europa. "Por ejemplo, Francia tiene un sistema en el que la pensión se construye con dos prestaciones: una prestación base y una prestación complementaria generalizada, a través de un sistema de mutualidades".
La reforma francesa afecta solo a esa primera parte de la prestación. El Senado tiene hasta mañana para dar luz verde al texto, pero ya ha votado a favor de retrasar la edad a los 64 años. Laporte explica que Emmanuel Macron ha tenido que negociar con la mayoría de derecha del Senado para sacar adelante la reforma. "Por eso, no puede dar mucho a los sindicatos, porque si no, la derecha no votará la reforma", argumenta.
Bravo también se fija en este aspecto. "La gran diferencia entre lo que está ocurriendo en Francia y lo que ocurre en España es que, en España, con la única excepción, ya corregida, de la reforma de 2013, todas las reformas se han ido acordando con los interlocutores sociales y con mayorías parlamentarias amplias". Ambos países, ahora mismo, están por debajo de la media europea de trabajadores mayores de 65 años: son un 3,3% en Francia y un 2,4% en España.