Las amenazas del terrorismo se esparce por todo el país, el golpe simultáneo en Túnez, Francia y Kuwait deja un Ramadán sangriento con 200 muertos en total. El presidente francés, François Hollande, ha vuelto a reunir a su gabinete de crisis tras la decapitación en Lyon, con el fin de que Francia vigile el transporte en la zona atacada, con miles de efectivos y mantiene la alerta terrorista.