La frontera de Francia con España está registrando falsas patrullas y controles. En realidad se tratan de miembros de Generación Identitaria que dicen defender a su país de la infiltración de terroristas inmigrantes; un discurso de odio que les ha costado la ilegalización. La decisión coincide justo en el momento en que se está debatiendo en Francia para aprobar la ley contra el separatismo islamista.
"Hay cierto oportunismo por parte de Macron porque en las últimas semanas se ha acusado al 'macronismo' de transigir demasiado con la extrema derecha", ha explicado Guillermo Fernández-Vázquez, investigador en la Universidad Complutense de Madrid. En cualquier caso, los expertos afirman que la medida puede ser efectiva para mermar la capacidad del grupo.
En este sentido, Fernández-Vázquez ha añadido que "la historia dice que no por ilegalizar a estos grupos van a desaparecer, pero también es verdad que a nivel de efectividad supone un daño organizativo", ha expresado Fernández-Vázquez. Unos términos en los que también se mueve Sergio Gracia, director de CINVED, centro dedicado al estudio, análisis e información sobre los movimientos y partidos de extrema derecha: "Primero, se le corta la financiación por un lado, y segundo, porque no se le da el altavoz".
En otras ocasiones, este tipo de grupos se ha refundado con otro nombre, pero en el caso de Generación Indentitaria, extendido a otros países, le hace daño perder una marca ya reconocida. "Porque al final ellos necesitan de notoriedad, necesitan que la gente les reconozca, aunque tengan grupúsculos y operen en la clandestinidad", ha apuntado Gracia. No obstante, la clave sigue siendo la raíz del problema. "Si se trata de una lucha de ideas, no basta con ilegalizar. Hay una cuestión más de fondo: ¿por qué estas ideas son tan atractivas en nuestro mundo?", ha planteado Fernández-Vázquez. Una cuestión aún pendiente.
Al mismo destino se pueden enfrentar los radicales de Campo Nacional Radical. El Tribunal Supremo polaco afirma que la organización puede ser considerada fascista. Un primer paso para su posible ilegalización. Estos ultras, que han recibido el apoyo de Vox y tienen vínculos con la ultraderecha española, escandalizaron al mundo por las imágenes que dejaron en el día nacional de Polonia.