Cientos de milesde franceses han salido este jueves a las calles para mostrar su rechazo a la reforma de las pensiones con la que el Gobierno de Emmanuel Macron quiere elevar la edad de jubilación a los 64 años.
Solo en las calles de París han protestado unas 400.000 personas, según los sindicatos, 80.000 según el Ministerio del Interior, y se han vivido momentos de tensión en la Plaza de la Bastilla, donde la Policía ha lanzado gases lacrimógenos y se ha producido lanzamiento de objetos por parte de los manifestantes. Los incidentes y destrozos se han saldado con 38 detenidos.
La de la capital gala ha sido la mayor demostración de músculo de esta jornada de protestas,que no obstante se han repetido por toda Francia, desde Marsella hasta Nantes. Los sindicatos estiman que más de dos millones de personas se han manifestado en todo el país, mientras que Interior reconoce 1,1 millones de manifestantes.
Además de las protestas, las huelgas se han notado especialmente en sectores como el transporte público o la educación. El 65% de los profesores universitarios y de secundaria, así como entre el 70-100% de las refinerías han secundado la huelga general, así como cientos de jóvenes que han llevado las marchas también a las puertas de sus escuelas secundarias en París. Allí, los turistas han tenido que renunciar a visitar lugares simbólicos como la Torre Eiffel o el Palacio de Versalles, cerrados durante todo el día.
Los sindicatos buscaban una demostración de fuerza para escenificar la impopularidad de esta reforma de las pensiones, que prevé el retraso de la edad de jubilación de los 62 a los 64 añospara 2030y aumentar el periodo de cotización a 43 años para poder cobrar la pensión completa de aquí a 2027.
Con casi todo un país dispuesto a parar para ser escuchado, los líderes de los principales sindicatos han celebrado la afluencia masiva y han avisado de que las protestas continuarán en los próximos días a menos que el Gobierno dé marcha atrás y paralice la tramitación de su proyecto, que tras su adopción en Consejo de Ministros el próximo lunes, debe iniciar su tramitación parlamentaria a comienzos de febrero.
Al final del día, de hecho, se ha acordado en una reunión intersindical celebrar una nueva protesta conjunta con huelga interprofesional el próximo 31 de enero. Sin embargo, Macron, que se encontraba este jueves en Barcelona con Pedro Sánchez, no está dispuesto a dar marcha atrás. "Si queremos ser justos entre las generaciones y salvar nuestro sistema de reparto, debemos hacer esta reforma", ha afirmado el presidente francés.