Francia ha aprobado la hoja de ruta de Emmanuel Macron, presidente francés, "hacia la vuelta a la normalidad", justo cuando las muertes por coronavirus vuelven a reputar en el país galo.

En las últimas 24 horas se han registrado 734 fallecidos por la enfermedad, lo que asciende a 23.660 muertes la cifra total desde el inicio de la pandemia. Por ello advierten, "si los indicadores no bajan" no habrá desconfinamiento el 11 de mayo como estaba previsto. "Incluso subiremos las restricciones", ha indicado el primer ministro francés.

Tal y como ha manifestado Macron, el plan de desescalada no será rápido: se procederá progresivamente y según el territorio.

Desde el próximo día 11 de mayo, los niños podrán volver al colegio. Máximo 15 por clase y 10 en las guarderías. Los institutos tendrán que esperar una semana más, y las universidades permanecerán cerradas hasta que la evolución de la pandemia lo permita.

Volverá también a activarse el transporte público, aunque será obligatorio el uso de mascarilla y las horas puntas estarán reservadas para los trabajadores.

Vida social, a medias

Poco a poco se volverá a la vida social, permitiéndose reuniones de hasta 10 personas. Sin embargo, para volver a bares y restaurantes los franceses tendrán que esperar, mínimo, al 2 de junio.

Las bibliotecas y los pequeños museos podrán abrir, pero no los cines, los teatros o las salas de conciertos. Tampoco se podrá realizar deporte colectivo ni celebrar eventos deportivos o festivales por lo menos hasta septiembre.

No se podrá pisar la playa hasta al menos hasta el 1 de junio. Y nada de bodas ni bautizos, sólo podrán oficiarse funerales con un máximo de 20 personas.

Colores por barrios

Se aplicará un código de colores en barrios, mercados y parques según el riesgo de contagio. El rojo, para aquellos donde la circulación del virus sea elevada, y el verde, cuando sea una zona libre.

El Gabinete Macron, en esta misma Ley, ha aprobado alargar el estado de emergencia sanitaria el 23 de julio.