Roban un coche, se dan a la fuga y da inicio una frenética persecución policial por las carreteras de Oklahoma. Trataban de huir a más de 150 km/h hasta que chocan con una de las patrullas de policía que intenta darles el alto. Los dos vehículos chocan y comienzan a dar vueltas fuera de control.
Pero los sospechosos no se rinden y, a pesar de los gritos y disparos de los agentes, embisten al otro coche patrulla que intenta frenarlos. Consiguen huir en dirección contraria y están a punto de estrellarse contra un camión. Pero lo evitan.
Los sospechosos salen de la carretera y meten el coche por una zona residencial. Allí abandonan el vehículo para seguir huyendo a pie, aunque poco después son detenidos. Se trata de dos hermanos, Audrey y Brandon Beaty, y otra mujer, Tiffany Delgado.