La fuerte nevada que ha caído esta madrugada en gran parte del Reino Unido ha provocado una alteración en los medios de transporte, con el cierre temporal del aeropuerto londinense de Stansted y retrasos en los vuelos en los de Heathrow y Gatwick, según las autoridades británicas.
La pista de Stansted, a las afueras de Londres, reabrió tras permanecer cerrada hasta las 03.00 GMT de hoy, mientras que el Servicio de Meteorología (Met, por sus siglas en inglés) advirtió a los automovilistas del riesgo de nieve, hielo y niebla.
Las autoridades británicas han pedido a los automovilistas que solo salgan si es absolutamente esencial, sobre todo en las áreas de Londres, sureste y suroeste de Inglaterra, centro de Inglaterra e Irlanda del Norte, donde se registraron las nevadas más fuertes.
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En Londres, varias líneas de metro se han visto afectadas por la nieve, con estaciones cerradas y tramos de líneas sin operar, en tanto que las líneas de ferrocarril, como las del sureste de Inglaterra también sufren suspensiones de trenes.
Iker García es una de estas personas que se ha visto afectada por el temporal. Lleva desde las tres de la mañana atrapado en el principal aeropuerto de Londres. "Todos los vuelos para mañana se han agotado y los precios se han disparado", ha confesado. Por tanto, reconoce que tendrá que esperar unos días para poder coger su vuelo.
En Birmingham, centro de Inglaterra, cuatro niños debieron ser hospitalizados en la noche del domingo tras ser rescatados de un lago congelado. Según el Servicio de Ambulancias del centro de Inglaterra, al parecer los pequeños habían estado jugando sobre el lago congelado en Babbs Mill Park pero el hielo quebró y los niños cayeron al agua.