Devastación y terror
Gaza llora a los centenares de víctimas que deja el ataque masivo de Israel que dinamita el alto el fuego
El contexto Israel ha lanzado una serie de bombardeos durante la madrugada de este martes que ya deja más de 400 víctimas mortales a lo largo y ancho del enclave palestino. La mayoría de víctimas son mujeres y niños.

Resumen IA supervisado
La madrugada del martes en Gaza estuvo marcada por un ataque masivo de Israel, rompiendo el alto el fuego con Hamás y dejando más de 400 víctimas mortales. A pesar de los bombardeos, las ambulancias se apresuraron hacia hospitales desbordados, donde el dolor y la desesperación eran palpables. Los heridos, muchos de ellos niños cubiertos de escombros, llegaban incesantemente. Dentro de los centros médicos, el terror era evidente en los rostros de los sobrevivientes. Las lágrimas se extendían a las calles, donde algunos cubrían los cuerpos de los fallecidos, mientras la falta de combustible y ayuda complicaba la situación humanitaria.
* Resumen supervisado por periodistas.
Un estruendo. Después una columna naranja ilumina la noche. Otro estruendo. El cielo en Gaza vuelve a iluminarse. Mientras, ya suena la llegada de otro misil. Es la situación que los palestinos han vivido durante la madrugada de este martes desde la Franja por el ataque masivo israelí que, además de dinamitar el alto el fuego con Hamás, ya deja más de 400 víctimas mortales.
Eso sí, los bombardeos no han evitado que las ambulancias circulasen a toda prisa ya durante la noche por las calles gazatís hacia los hospitales en cuyas puertas el dolor y la desesperación de los rostros de los que allí se acercan son protagonistas. El goteo de llegadas es incesante. La mayoría son adultos que corren con niños en brazos cuyos pequeños cuerpos todavía están manchados de blanco escombro.
Ya en el interior de los centros hospitalarios la situación no mejora. En las camillas se observan rostros de terror que todavía tiemblan, como es el de la niña que se ve en las imágenes sobre estas líneas. Allí todos se afanan en ayudar, mientras otros ya no pueden más que lamentar y llorar la muerte de seres queridos. Fallecimientos que la mayoría corresponden con mujeres y niños.
Unas lágrimas que se repiten en las calles, donde algunos se dedican a cubrir los cuerpos de los fallecidos. Y es que muchos no han podido llegar a los hospitales debido a la falta de combustible en el enclave. Una carencia que se agravó con el corte de suministros de Israel la semana pasada, además de los repetidos obstáculos que interpone a la entrada de ayuda humanitaria en el Franja.