Hacía meses que no veíamos imágenes de blindados israelíes de camino a una nueva invasión en el norte de la Franja de Gaza, una ciudad sin descanso de la masacre israelí. El Ejército israelí ha lanzado este domingo una nueva incursión en Yabalia, en el norte. A finales de mayo retiraron parcialmente sus tropas de esta zona y, ahora, dicen que Hamás se está reagrupando allí.
Israel asegura que ha detectado, supuestamente, la presencia de "terroristas e infraestructuras en la zona", así como esfuerzos de Hamás "por reconstruir sus capacidades operativas", según informa en un comunicado su Ejército.
Israel avisó a los civiles palestinos que viven en el norte, unos 300.000, de que debían huir hacia el sur de la Franja. Tan solo les dio una hora antes de lanzar sus ataques contra supuestos objetivos terroristas. El resultado ha sido, como ya tantas veces, atroz. "Los misiles cayeron sobre nosotros como si fueran lluvia", cuenta un vecino.
Solo en Yabalia han asesinado a una veintena de personas, entre ellas, por supuesto, varios niños. "Son los niños pequeños los que están en su mira. Esta es la lista de objetivos de Israel", denuncian los palestinos. Al mismo tiempo han atacado el centro de la Franja: entre los objetivos están una mezquita y una escuela y ha asesinado a casi 30 personas y ha dejado un centenar de heridos.
"Nos trajeron aquí y nos dijeron que estaríamos a salvo, pero nos volvieron a atacar", lamentan los gazatíes. Israel lo ha definido como "ataques precisos contra Hamás", pero lo cierto es mata sin discriminación a civiles: "Mi hija fue asesinada, sus hijos fueron asesinados. Mi corazón está destrozado".
Es ahora cuando líderes internacionales como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, exigen no enviar más armas a Israel. "Si pedimos un alto el fuego no podemos seguir enviando armas", ha asegurado. Pero el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sabiendo que Estados Unidos seguirá siendo su principal proveedor, rechaza así sus palabras: "¡Qué vergüenza! Permítanme decirles esto: Israel ganará con o sin su apoyo". Esas armas con las que ha asesinado ya a 42.000 personas.