Una semana de la primera fase de alto el fuego

Gaza, entre el miedo a que Israel retome la guerra y la falta de recursos: así se vive el cierre de las fronteras

El contexto Se cumple una semana de la finalización de la primera fase de alto el fuego y en medio de conversaciones el ejercito israelí mata a dos palestinos porque aseguran que estaban colocando un artefacto. Con el cierre de fronteras, las panaderías cierran por falta de combustible.

Niños palestinos esperan para recibir comida en este mes sagrado musulmán del Ramadán, en Jan Younis, Gaza.

Miedo en Gaza a que Netanyahu retome la guerra. Se cumple una semana de la finalización de la primera fase de alto el fuego y en medio de conversaciones el ejercito israelí mata a dos palestinos porque aseguran que estaban colocando un artefacto. Con el cierre de fronteras, las panaderías cierran por falta de combustible porque mirar hacia el futuro no pasa solo por la mera subsistencia, sino también por la supervivencia Gaza.

Entre los principales problemas están las universidades. "Podría estudiar online, pero no son los años de universidad que me imaginaba", explica Abdalá Mohisen un chico de 19 años que sueña con estudiar ingeniería en Alemania. Sus aspiraciones no dependen de una nota sino de unas negociaciones que siguen en al aire: "Hay un poco de optimismo esperando a que la segunda fase del alto el fuego se implemente y así las fronteras estarán abiertas para los viajeros, de nuevo".

Parece imposible que, entre tanta ruina, quede algo de optimismo. Youssef Abu Zerr, artista y dueño de Laila Store, es el responsable de que la familia de Youssef pueda mantener su tienda abierta en Nuseirat. Tampoco la habrían reconstruido hace solo tres semanas. "El sitio mismo en el que yo tengo la tienda fue bombardeado. Osea la tienda está bombardeada, pero desde hace tres semanas aproximadamente hemos reconstruido el espacio", explica.

En su negocio venden regalos, pero también utensilios del hogar, cosas que la gente necesita: "Nosotros tenemos una tienda de regalos, utensilios del hogar, cosas que la gente necesita. Así que nosotros estábamos comprometidos en que los precios no subieran". Hasta en el peor de los escenarios, han elegido pensar antes en sus vecinos.