Diez meses después del inicio de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, este 15 de agosto se ha superado de forma oficial la barrera de los 40.000 muertos. Además, las autoridades sanitarias, controladas por Hamás, calculan que hay alrededor de 10.000 cuerpos más sin vida bajo los escombros.

El gobierno israelí admite que tan solo 14.000 fallecidos, apenas un tercio de las víctimas, eran combatientes de Hamás, mientras que más de 26.000 civiles han sido asesinados.

Pero la situación no solo es dramática por los ataques del ejército israelí. El bloqueo de la ayuda humanitaria ha hecho que la situación de la hambruna en Gaza sea dramática. Hay más de 3.500 niños en riesgo grave de desnutrición y en las últimas horas 36 menores han muerto por esa causa.