El consorcio de gas ruso Gazprom dijo que ahora mismo no puede garantizar la operación segura del gasoducto Nord Stream, que transporta gas ruso a Alemania por debajo del mar Báltico, ante las dudas sobre la turbina retenida en Canadá, de cuya devolución no tiene constancia. "Gazprom no dispone de ningún documento que permita a la compañía Siemens sacar de Canadá la turbina en reparación para la estación compresora de Portovaya", dijo el gigante gasístico ruso en un comunicado.

"En estas circunstancias, es imposible sacar una conclusión objetiva sobre el futuro desarrollo de la situación para garantizar la seguridad del funcionamiento de la estación compresora de Portovaya, esencial para la operación del gasoducto Nord Stream", añadió. Estas declaraciones se producen después de que el Gobierno de Ottawa accediera a permitir la salida a Alemania de la turbina para el Nord Stream para no tener que entregarla directamente a Rusia.

Siemens envió la turbina en cuestión a su planta en Canadá, la única en la que puede hacer estas revisiones técnicas, pero después no la pudo sacar y devolver a Rusia porque las sanciones canadienses contra Rusia por su campaña militar en Ucrania lo impedían. Según medios alemanes, tras la decisión del Gobierno canadiense de devolver la turbina, ésta sería transportada en avión a Alemania y después trasladada "lo antes posible" a la estación de compresión, cerca de San Petersburgo.

El gasoducto, que trascurre por el mar Báltico hasta Alemania es la principal fuente de abastecimiento de gas ruso en estos momentos para Berlín, pero el flujo se ha reducido en un 60% a lo largo del mes de junio por problemas técnicos relacionados con la retención de las turbinas por Canadá, según Moscú. Berlín no se ha creído el argumento de Rusia, que además paró el gasoducto para un mantenimiento planificado hasta el próximo día 21. Alemania argumenta que ahora, con la devolución de la turbina, Gazprom ya no tiene excusas para no reanudar el flujo de gas.