Inestabilidad política desde 2021
El Gobierno birmano exiliado anuncia un alto el fuego unilateral para facilitar las tareas de ayuda y salvamento tras el terremoto
Contexto Myanmar se encuentra en una guerra civil desde 2021, cuando la junta militar que ahora gobierna dio un golpe de Estado y se hizo con el control del país. Desde entonces los bombardeos no han parado de sucederse, tampoco tras el desastre natural.

El Gobierno Unidad Nacional birmano, las autoridades exiliadas tras el golpe de Estado de 2021, han anunciado un alto el fuego unilateral de dos semanas, que dará comienzo este domingo, para no interceder en las tareas de salvamento y de ayuda tras el devastador terremoto de magnitud 7,7 en la escala de Richter, que tuvo lugar el pasado viernes y que ya deja casi 2.000 muertos y 3.500 heridos.
"Para facilitar las operaciones de rescate de las personas atrapadas entre los escombros de los edificios, estructuras y lugares de trabajo derrumbados, el Ministerio de Defensa del Gobierno de Unidad Nacional anuncia que las Fuerzas de Defensa Popular implementarán una pausa de dos semanas en las operaciones militares ofensivas, excepto las acciones defensivas, en las zonas afectadas por el terremoto a partir del 30 de marzo de 2025", han indicado en un comunicado que han emitido.
En esta nota, las fuerzas políticas exiliadas alude directamente a sus dos extensiones armadas dentro del país, la Fuerza de Defensa Popular y la Organización para la Defensa del Pueblo, a quienes pide suspender todas sus acciones en todos los territorios afectados por el terremoto y a los "distritos relacionados".
El Gobierno de Unidad Nacional declaró en septiembre de 2021 desde el exilio "una guerra defensiva popular" contra la junta militar y pidió a los ciudadanos "de todos los rincones del país" que se rebelaran contra los golpistas que tomaron el poder, lo que ha derivado en una guerra civil en un país cuya realidad se ha visto notablemente agravada tras el terremoto.
Las autoridades exiliadas, en su mismo mensaje, anuncian que han asignado inicialmente un millón de dólares para operaciones de rescate y atención médica de emergencia en todo el país.
Por último, extienden una petición al resto de "grupos étnicos y ciudadanos, así como a otras fuerzas revolucionarias" -en una parte del mensaje especialmente destinada a otras destacadas guerrillas que luchan contra el Ejército birmano, como el Ejército de Arakán en el estado de Rajine -"para que cooperen a la hora de brindar asistencia integral de rescate y socorro de emergencia a las víctimas del terremoto".
Esta decisión de los exiliados llega tan solo un día después de que fuerzas de la junta miliar volvieran a bombardear territorio birmano considerado 'rebelde'. Algunos de ellos devastados por el fuerte sismo. Un ataque en el que, por si fueran poco los casi 2.000 muertos que deja el temblor, fallecieron otras siete personas en Shan, región donde se ha decretado el estado de emergencia. Aquí los bombardeos destruyeron varas casas.
Otros ataques aéreos golpearon a la aldea Chiang Oo en la región de Sagaing, epicentro del sismo, y en Naung Cho, en Shan.