En el Gobierno de Eslovaquia creen que el atentado contra el primer ministro, Robert Fico, tiene una motivación política y acusan a la oposición de caldear el ambiente con sus críticas.

Así lo han denunciado varios de sus miembros en las últimas horas, en pleno contexto de polarización en el país, que en las últimas semanas ha vivido protestas multitudinarias contra decisiones controvertidas del Ejecutivo, como el cierre de la Fiscalía Anticorrupción, que investigaba a miembros del partido de Fico, y planes para clausurar la radiotelevisión pública.

El propio agresor, Juraj Cintula, de 71 años, trasladó el miércoles su desacuerdo con las políticas del Gobierno de Fico cuando era trasladado a la comisaría para declarar. "No estoy de acuerdo con la política del Gobierno. La RTVS está siendo atacada y mucha gente está presentando la dimisión", manifestó tras su detención, en declaraciones a la cadena 'TA3'.

Por su parte, el ministro de Defensa de Eslovaquia, Robert Kaliniak, manifestaba que "no hay duda de que fue un atentado con trasfondo político" y situó el intento de magnicidio en el contexto de "una incapacidad de aceptar la voluntad de parte de la sociedad". El Consejo de Seguridad y el Gobierno celebrará una reunión este jueves, mientras Fico se encuentra aún en grave tras recibir cinco disparos y ser operado de urgencia durante varias horas.

Aún no se ha determinado quién asumirá las competencias del jefe del Gobierno en esta situación. De momento, la actividad parlamentaria se ha cancelado hasta el martes, cuando estaban pendientes de votación controvertidos proyectos de ley muy criticados por la oposición progresista y liberal. Dicha oposición canceló la víspera una protesta callejera contra la abolición del ente público RTVS que se tramita en el Parlamento eslovaco a iniciativa del Ejecutivo de coalición entre nacionalistas de izquierdas y ultraderechistas.