Hace apenas unos días Mattis ya había dicho que el Gobierno estadounidense no tiene pruebas de la muerte de Al Bagdadi. Recientemente el Observatorio Sirio de Derechos Humanos anunció que había confirmado el fallecimiento de Al Bagdadi por medio de fuentes que incluyen "cabecillas de primera y segunda fila del EI", originarios de Deir al Zur (Siria).
El Observatorio no explicó la manera ni la fecha en que murió Al Bagdadi y se limitó a señalar que estuvo en los últimos tres meses en un pueblo del este de la provincia nororiental siria de Deir al Zur, en la frontera con Irak. Al Bagdadi ha sido dado por muerto o herido en numerosas ocasiones en Irak y Siria.
El pasado 16 de junio, el Ministerio ruso de Defensa reveló que Al Bagdadi podría haber muerto el 28 de mayo en un bombardeo de la aviación rusa al sur de la ciudad de Al Raqa, bastión de los extremistas en Siria, algo que hasta ahora ninguna otra fuente ha podido corroborar.
Esta misma semana el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó que los servicios de inteligencia rusos están tratando de verificar si Al Bagdadi está vivo o muerto. Mientras, la televisión libanesa Al Mayadín afirmó que el líder del EI se encuentra en la provincia siria de Al Raqa (noreste) y que está probablemente herido, según fuentes de seguridad iraquíes.