El Gobierno interino de Bolivia, presidido por Jeanine Áñez, ha presentado una querella ante la Fiscalía por los delitos de sedición y terrorismo contra el expresidente Evo Morales y su ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, por sus supuestos mensajes de incitación a la violencia.
El titular de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, ha encabezado el equipo que ha acudido este viernes a la sede del Ministerio Público en la Paz para formalizar la denuncia, atendiendo a unas pruebas que considera "claras" contra los exdirigentes.
Así, a Quintana le ha recriminado que llamase a "convertir a Bolivia en un Vietnam" y a Morales que, desde su exilio en México, instigase un cerco en las principales ciudades para derrotar el "golpe de Estado" que el expresidente atribuye a Áñez y su entorno, según la agencia de noticias ABI.
El propio Murillo difundió una supuesta conversación telefónica entre Morales y un dirigente sindical en la que el líder indígena ordenaría a sus simpatizantes dar "dura batalla a los fascistas y racistas". "Va a ser hora de combate, combate, combate", dice la voz atribuida a Morales, que pide específicamente a los suyos que hagan "cercos de verdad" de modo que "no entre comida a las ciudades".
Morales denuncia un "montaje"
El Ejecutivo provisional de Bolivia también tiene previsto presentar esta conversación ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) para reclamar un procesamiento contra Morales por crímenes contra la Humanidad.
"Los que tienen que estar preocupados por la Corte Penal Internacional son Añez y Murillo, por los crímenes de lesa humanidad que están cometiendo, al ordenar a los militares a asesinar a mis hermanas y hermanos, tratando de cubrir estos delitos con un decreto ilegal", ha respondido Evo Morales en su cuenta de Twitter, desde la cual ha denunciado un "montaje".