El ministro de Migraciones de Reino Unido, Robert Jenrick, ha admitido que unos 200 menores de edad solicitantes de asilo, en su mayoría adolescentes procedentes de Albania, han desaparecido en alojamientos de solicitantes de asilo. La confirmación llega a raíz de una investigación del diario 'The Guardian' que reveló el presunto secuestro de decenas de menores que estabanalojados en un hotel gestionado por el Ministerio del Interior británico en Brighton, Reino Unido.
Ahora, el Gobierno ha confirmado las informaciones y ha detallado además que 13 de los menores tienen menos de 16 años y uno de ellos es una chica.
El titular de la cartera, que ha explicado a los parlamentarios británicos que de los 4.600 solicitantes de asilo menores de edad llegados al país desde 2021 habrían desaparecido varios cientos de ellos, ha indicado que es "extremadamente preocupante".
No obstante, ha precisado que no ha visto pruebas de que los niños estuvieran siendo secuestrados. En este sentido, ha reconocido que esta situación es "un desafío", al tiempo que ha matizado que las autoridades locales están movilizadas para encontrar a los desaparecidos y garantizar su seguridad.
El Gobierno de Rishi Sunak ha recibido críticas al respecto. Por un lado, la portavoz de Interior del Partido Laborista -en la oposición-, Yvette Cooper, ha acusado al gabinete de "negligencia en cumplimiento del deber". Cooper, que ha pedido "medidas enérgicas contra las pandillas", ha criticado que existe "una red criminal involucrada" en sacar a niños de los albergues y que el Gobierno británico "estaba fallando por completo en detenerlos".
Por su parte, los Verdes, que pidieron la comparecencia del ministro ante el Parlamento tras la publicación de una investigación que sacaba a la luz la situación de los menores en el país, han denunciado la "asombrosa complacencia e incompetencia" de Interior.
Sin embargo, el parlamentario conservador Tim Loughton ha descrito la administración de los alojamientos "temporales" de los solicitantes de asilo como una "zona gris" entre la cartera ministerial y las autoridades locales.
Según recoge la investigación periodística que ha sacado a la luz el caso, un trabajador de la empresa Mitie, subcontratada por el Ministerio del Interior, y fuentes de los servicios de protección de menores informaron de que los menores eran metidos en coches en plena calle. "Los menores son literalmente raptados frente al edificio. Desaparecen y nunca se les vuelve a encontrar. Los traficantes se los llevan en plena calle", explicó la fuente.