Hasta 10 drones han atacado dos refinerías en Arabia Saudí del gigante saudita Aramco, que cuenta en esta zona con la mayor planta productora de petróleo del mundo.
El ataque ha provocado el cierre de casi la mitad de su producción de crudo, lo que equivaldría a una pérdida de cinco millones de barriles por día, el 5% de la producción diaria mundial.
Los rebeldes hutíes de Yemen han reivindicado ya el ataque.
El Ministerio del Interior saudí informó de que el ataque provocó un incendio, que ya está controlado, en dos instalaciones de la petrolera estatal: una de ellas en Abqaiq, cerca de Dammam, en la provincia oriental del Reino, y la otra en el yacimiento petrolífero de Hijrat Khurais.