Fue el 7 de julio pasado cuando un grupo de arqueólogos franco-rusos encontró cerca de la ciudad rusa de Smolensk un esqueleto. Ahora, las pruebas de ADN han demostrado que se trata de Charles-Étienne Gudin de la Sablonnière, uno de los generales más cercanos de Napoleón y fallecido hace más de 200 años.
"Es seguro en un 101% que los restos hallados son de Gudin. Es el mismo ADN que de su madre, hijo y hermano. Hay cero dudas" de que se trata del general de división que murió en Smolensk, casi 400 kilómetros al oeste de Moscú, el 22 de agosto de 1812 tras ser herido de muerte en la batalla de Valútino o Valutina Gora", ha dicho el historiador Pierre Malinowski, que lideró la búsqueda.
Malinowski, de 32 años, exmilitar francés y exasistente en el Parlamento Europeo (PE) de Jean-Marie Le Pen, fundador del ultraderechista Frente Nacional, se instaló en Moscú en 2017 y comenzó el proyecto de buscar al general perdido de Napoleón en mayo de 2018, relata.
El historiador de formación y presidente de la Fundación para el Desarrollo de Iniciativas Históricas Franco-Rusas, creada el año pasado, se embarcó entre mayo y agosto de este año en "el mayor proyecto histórico entre Francia y Rusia" con un equipo de unas 50 personas entre expertos de ambos países y estudiantes.
"Para mí, un proyecto sobre Napoleón era perfecto, porque en aquellos tiempos fuimos enemigos y ahora estamos cerca. No debemos olvidar nuestro pasado", recalca.
La iniciativa contó en todo momento con el apoyo del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, y del presidente ruso, Vladímir Putin, dice.
El hallazgo, en un parque
Malinowski leyó mucho sobre diferentes versiones del funeral de Gudin (1768-1812) y su muerte. Trabajó en todas las posibilidades, pero fueron las memorias del conde de Ségur las que finalmente acertaron el lugar del entierro.
"Con todas las informaciones decidí excavar en el lugar que yo pensaba era perfecto para el entierro de un amigo de Napoleón. Creo que (el hallazgo) fue en un 90% resultado del trabajo y en un 10% gracias a la ayuda de Dios", señala.
El esqueleto de Gudin estaba en un parque del Bastión Real de Smolensk. Estaba en una caja grande y fuerte de madera. "Comprendí inmediatamente que era una persona importante, porque en la guerra la gente fue enterrada sin ataúd", afirma.
¿Quién fue el general Gudin?
Nacido en Montargis el 13 de febrero de 1768 en el seno de una familia con tradición militar, Gudin estudió en la escuela militar de Brienne, donde fue compañero de Napoleón y donde ambos entablarían una amistad.
"(...) fue el único general que podía tutear en el Ejercito a Napoleón tras convertirse en emperador en 1804", explica Malinowski. Gudin tuvo una brillante carrera militar y con 44 años lucho en la batalla de Smolensk durante la campaña rusa de 1812.
Pocos días después tuvo que apoyar con su división al mariscal Michel Ney en la batalla de Valútino, a unos 20 kilómetros al este de Smolensk. Éste, en la vanguardia, no podía conquistar solo las posiciones de las fuerzas rusas, situadas en un terreno pantanoso y protegidas por un arroyo.
Según escribe François Houdecek en un artículo publicado por la Fundación Napoleón, fue durante la planificación del segundo asalto cuando Gudin fue alcanzado por un cañonazo ruso que le quitó la pierna izquierda y destruyó la pantorrilla derecha hasta el hueso.
Fue transportado a Smolensk, donde falleció tres días después de gangrena y fue enterrado.
Napoleón lloró su muerte
Su muerte impactó a Napoleón, quien fue a ver al general directamente después de la batalla y le cedió su médico privado para que tratara de salvar su vida, relata el investigador. "Lloró cuando supo que Gudin había muerto", subraya Malinowski. Su corazón fue llevado a París, donde reposa en una capilla del cementerio Père Lachaise y su nombre inscrito en el Arco de Triunfo. Pero el lugar de su entierro quedó en el olvido, hasta hoy.
Ahora, la idea es trasladar los restos de Gudin a Francia. "Es una oportunidad buenísima para ambos países" en un momento en el que Moscú y París intentan mejorar sus relaciones, considera Malinowski. El historiador no descarta que el general sea llevado al palacio de los Inválidos, donde también se encuentra la tumba de Napoleón.
Un entierro en los Inválidos de Gudin en presencia del presidente francés, Emmanuel Macron, y de Putin permanecería "en la historia" para siempre, dice el investigador, que se dedica desde hace años a impulsar las relaciones franco-rusas.