Los niños ucranianos tratan de desconectar de la guerra a través de las risas... y un grupo de voluntarios se esfuerza para que así sea. En la aldea de Hrusivka, este colectivo se disfraza de payaso y les regalan juguetes. El objetivo: poner color a las sombras de una guerra que arrasa el este del país.
Una de las madres cuenta a Alberto Sicilia, corresponsal de laSexta Noticias en Ucrania, que sus hijos "saben lo que es la guerra, pero no saben lo que es una vida normal... ir al colegio, comida, juguetes...". Otra madre defiende que "los niños están aterrados por los bombardeos" y añade: "Normalmente, los rusos atacan por la noche cuando los civiles están durmiendo. Los niños se despiertan como si vivieran en una pesadilla" afirma.
Desde hace un año son víctimas de la violencia, los traumas, y la destrucción que deja a su paso la invasión de las tropas rusas. El tira y afloja entre ambos países se vive a pocos kilómetros de este pueblo, en el frente de Járkiv. Alberto Sicilia ha conseguido llegar hasta Kupiansk, ciudad ocupada por los rusos y posteriormente recuperada por fuerzas ucranianas. "Esta localidad es un frente logístico fundamental para abastecer todo el frente del Donbás", informa el reportero.
Y por eso, las autoridades llevan días evacuando a los civiles tras el aumento de los bombardeos.