La Guardia Costera italiana ha devuelto este sábado en un buque de la Armada a los 12 migrantes que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, deportó a Albania. Esto ocurre después de que la Justicia tumbara el plan de Meloni de retener en el país balcánico a los migrantes, porque considera que sus países de origen no son seguros. Mientras la política ultraderechista acusa a la Justicia de impedir defender las fronteras italianas.

Ni 24 horas después de la decisión de la justicia italiana, los 12 primeros solicitantes de asilo enviados a los centros de la "vergüenza" ya zarpaban en dirección al puerto de Bari. El fallo del Tribunal de Roma conocido este viernes es un primer obstáculo al acuerdo de cinco años alcanzado entre Italia y Albania para que Tirana acoja mensualmente a 3.000 migrantes rescatados del mar por la Guardia Costera italiana.

El buque italiano recogió a las 12 personas en el puerto de Shengjin, a 66 kilómetros (40 millas) al noroeste de la capital, Tirana, y está previsto que lleguen este sábado por la tarde a territorio italiano. Otros cuatro migrantes ya habían sido rechazados antes esta semana por el personal del centro de retención, a dos por considerarlos vulnerables tras pasar controles sanitarios y a otros dos por ser menores de edad.

La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, presentó su plan como un nuevo "modelo" de gestión de la migración no autorizada, pero la corte de Roma rechazó la detención alegando que no pueden ser enviados de vuelta a sus países de origen -Bangladesh y Egipto- porque no los considera lo suficientemente seguros.

Meloni defiende su plan y ataca a la Justicia

Meloni dice que, con su decisión, la Justicia impide defender las fronteras italianas. "Lo que dicen los jueces es que no hay países seguros, así que comunico oficialmente que el problema no está en Albania. El problema es que nadie puede ser repatriado nunca más, el problema es que no se puede rechazar a la gente, el problema es que no se puede hacer ninguna política para defender las fronteras", ha argumentado. Asimismo, ha convocado una reunión del Consejo de Ministros para el próximo lunes "para aprobar normas que sirvan para superar el obstáculo" ahora impuesto por la Justicia.

Por su parte, el titular de Justicia del Gobierno italiano, Carlo Nordio, ha tacado este sábado de "anormal" el fallo del Tribunal de Roma. "No compartimos la sentencia y la consideramos anormal", ha asegurado Nordio en declaraciones a la prensa tras un acto en Palermo. Todo ello ocurre ante una creciente disputa entre el Poder Ejecutivo y la Justicia por el fallo emitido el viernes por la corte de primera instancia de Roma.

Tras el anuncio de la sentencia de este viernes, que generó revuelo entre los socios de Gobierno y se vio de forma positiva por parte de los grupos de la oposición, Nordio ha asegurado que la reacción del Ejecutivo "no fue contra el Poder Judicial", sino contra el fallo judicial. "Tomaremos medidas legislativas" ante ello, ha advertido Nordio.