Los dos guardias de seguridad encargados de vigilar la celda del millonario Jeffrey Epstein, que aparentemente se suicidó,, se durmieron y falsificaron el registro para tapar su error, según afirma 'The New York Times'. Ambos tenían que vigilar al magnate y, tras dormirse durante las horas de servicio, falsificaron su registro.
El diario, que cita a varios funcionarios de prisión conocedores del caso, señala que esa información trascendió cuando el Departamento de Justicia anunció queponía en "baja administrativa" a dos empleados y que reasignaba a la alcaidesa del Centro Correccional Metropolitano. En caso de confirmarse la falsificación, estos guardias podrían enfrentarse a un delito federal.
Epstein, de 66 años y acusado de crear una red de tráfico sexual de menores hace una década en sus mansiones de Nueva York y Florida, debía recibir visitas cada 30 minutos. Los dos guardias aseguraron que llevaron a cabo esta tarea, pero en realidad no cumplieron con su cometido.
La muerte de Epstein en prisión está siendo investigada tanto por el FBI como por el Departamento de Justicia. El fiscal general de EE.UU. y titular de esta última cartera, William Barr, ya adelantó que hubo "irregularidades" en la cárcel y que habrá "rendición de cuentas".
Según medios de comunicación locales, que citan fuentes cercanas al caso, los abogados de Epstein solicitaron a finales de junio a las autoridades de prisiones que retiraran a su cliente del programa para la prevención del suicidio.
La defensa hizo esta petición tras mantener reuniones de hasta doce horas diarias con el acusado debido a un supuesto intento de suicidio el pasado 23 de julio. Un susto por el que se le impuso un estatus especial para recibir visitas y estar acompañado en su celda.
En el momento del incidente, el compañero de celda de Epstein no estaba, ya que había sido transferido recientemente, lo que supone una infracción del protocolo del penal. La muerte repentina y en extrañas circunstancias del magnate ha hecho que circulen numerosas teorías conspiratorias sobre su fallecimiento debido a los personajes con los que se relacionaba el millonario, como el ex presidente Bill Clinton (1993-2001); el príncipe Andrés, duque de York; o el actual presidente estadounidense, Donald Trump.