La capitana del barco de rescate Sea Watch 3, Carola Rackete, ha asegurado que su irrupción en el puerto de Lampedusa con 40 inmigrantes a bordo de su navío se debió a la "desesperación" y al miedo a que algunos de los rescatados pudieran quitarse la vida tras varios días atrapados en el barco, según ha hecho saber a través de un diálogo con su abogado, enviado por el propio letrado al 'Corriere della Sera'.
Rackete se encuentra ahora detenida en Italia tras entrar en el puerto sin permiso de las autoridades, y está a la espera de una posible imputación por ignorar las órdenes de las patrulleras; un acto que el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, describió como una agresión a los agentes.
Si Rackete es imputada podría enfrentarse a una pena de entre tres y 10 años de cárcel. En caso contrario, sería deportada inmediatamente de Italia junto con la prohibición de regresar a territorio italiano en cinco años. Rackete señala en la carta que "la situación era desesperada".
"La gente que llevaba en el barco estaba exhausta. Yo tenía miedo", ha explicado la patrona del Sea Watch, quien llegó a temer que los migrantes rescatados se suicidaran en su navío tras dos semanas hacinados en el barco.
La capitana reiteró sus disculpas a la tripulación de una patrullera que embistió durante la maniobra de atraque. "Desde luego que no quería ir a la patrulla de la Guardia di Finanza. No era mi intención poner en peligro a nadie. Por eso ya me he disculpado y lo repito: estoy muy triste de que haya ocurrido así", según la misiva.
En el momento del incidente, "los migrantes del barco ya habían comenzado a autolesionarse y tenía miedo de que terminaran suicidándose". "En el barco", añadió, "nos turnamos durante días, incluso de noche, por temor a que alguien se tirara por la borda. Y para ellos, que no saben nadar, significa el suicidio".
En respuesta, Salvini ha reiterado que la actuación de la capitana del 'Sea Watch 3' puso en peligro la vida de los agentes de la Guardia di Finanza italiana y ha cuestionado sus afirmaciones sobre el "estado de necesidad" destacando que ninguno de los 41 migrantes rescatados tenía problemas de salud.
"La comandante justificó el demencial atraque al margen de la ley que puso en riesgo la vida de los agentes de @GDF al decir que había un 'estado de necesidad'. Pero ninguno de los 41 inmigrantes a bordo tenía problemas de salud. ¿De qué necesidad hablamos?", ha señalado Salvini en su cuenta oficial en Twitter. Salvini incluye en su tuit un enlace a una noticia de 'Il Jornale' que cita fuentes de Interior que sostienen que ninguno de los migrantes estaba enfermo.
"Ninguno de los 41 inmigrantes que abandonaron el 'Sea Watch' tiene enfermedades o problemas particulares, tales como sarna o deshidratación (...). Por lo tanto, la ONG debe justificar el atraque no autorizado", han apuntado las fuentes.
Además, ha cuestionado con sarcasmo al padre Alex Zanotelli, conocido activista social y religioso, quien ha defendido la posibilidad de dar el Premio Nobel a Rackete por su acción. "¿¿¿Premio Nobel???", ha publicado Salvini en Twitter en un mensaje acompañado de un emoticono tapándose la cara con la mano.
Rackete podría ser acusado de un acto de resistencia o violencia contra un buque de guerra, punible con entre tres y diez años de prisión, por embestir contra los buques de la Guardia di Finanza que bloqueaban el puerto comercial de Lampedusa.
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El abogado de Sea Watch, Leonardo Marino, ha subrayado que la decisión de entrar en el puerto de Lampedusa fue del equipo de la ONG, no solo de la capitana. "Estamos orgullosos de nuestra capitana. Actuó de la manera correcta. Acató la ley del mar y puso a la gente a salvo", apuntó por su parte el director general de Sea Watch, Johannes Bayer.