Tras semanas de tensión, la pregunta sigue siendo la misma: ¿Rusia invadirá Ucrania? "Nadie sabe lo que va a ocurrir. Días antes de que Rusia interviniera Crimea, juraba y perjuraba que no tenía la menor intención de hacerlo... y lo hizo", ha apuntado el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, que ha insistido en que la diplomacia es la solución para evitar la guerra, aunque ha precisado: "Rusia no quiere hablar con los europeos ni con la Unión Europea".
Según Estados Unidos, la invasión comenzará el miércoles de la semana que viene. Para los expertos, este anuncio solo tiene una finalidad. "Se llama diplomacia del altavoz. Estas informaciones se hacen para parar una guerra", ha explicado Marc Margineda, corresponsal de 'El Periódico' en Moscú. En esta línea, Pedro Rodríguez, periodista y profesor de la Universidad de Comillas, ha señalado que "lo que estamos viendo es la complejidad de los nuevos conflictos. Estamos ante una guerra de medios por la forma en la que se ha dramatizado o teatralizado este despliegue de tropas".
Una guerra, de momento, teatral, pero que ya afecta a la economía ucraniana. "El temor a una guerra hace que el capital se vaya y los inversores también", ha destacado Borrell. Mientras tanto, el personal de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, la OSCE, ya hace las maletas, carga sus vehículos y abandona la ciudad. Ante los avisos de occidente, se marchan de Donetsk, uno de los territorios críticos de la región del Donbás. Porque Estados Unidos insiste: el riesgo de una invasión rusa es real. Y tras la llamada entre Biden y Putin, Washington se mantiene en su postura.
España va a hacer todo lo posible por taponar cualquier camino hacia la guerra"
"El camino de la diplomacia continúa abierto. Si Moscú elige el camino de la agresión e invade Ucrania, la respuesta será rápida", ha asegurado Antony Blinken, secretario de Estado de EEUU. Se dan así acusaciones y amenazas que han llegado al punto de lo absurdo, según ha asegurado el Kremlin. Han denunciado la histeria de occidente y han repetido, una vez más, que Rusia no invadirá Ucrania. Aunque siguen acumulando tropas en Bielorrusia, muy cerca de la frontera.
Hasta allí estarían llegando incluso helicópteros de ataque rusos. Por su parte, Estados Unidos sigue reforzando al ejército ucraniano con el envío de más armamento. Cada vez más países urgen a sus ciudadanos a salir del país lo antes posible, incluido España. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, cree que aún es posible evitar el conflicto: "La situación es muy tensa, pero la guerra es evitable. España va a hacer todo lo posible por taponar cualquier camino hacia la guerra".
Por ahora, varias aerolíneas ya han comenzado a prohibir sobrevolar Ucrania; otras, como Lufthansa, se plantean cancelar los vuelos con el país. Una tensa situación que en Ucrania muchos viven de forma distinta: creen que la guerra no tendrá lugar y que la crisis solo es política. Una idea de calma sobre la que incide el gobierno ucraniano. "Es el pánico lo que destruye más a los estados que los tanques y las armas", ha aseverado Denys Shmyhal, primer ministro de Ucrania.