Es la casa de los horrores. La policía llegó hasta el inmueble buscando Ivy Webster de 14 años y Brittany Brewer, de 16.
Un testigo las vio por última vez en una furgoneta conducida por Jesse McFadden, un individuo de 39 años con antecedentes penales por una agresión sexual en 2003 y liberado en 2020. Cuando los agentes llegaron a casa del sospechoso, se encontraron una masacre.
El descubrimiento ha aterrado a todo el país. "Teníamos una orden para entrar en la casa. Al registrar la propiedad hemos encontrado 7 cuerpos", anunció Eddy Rice, alguacil de la oficina del Condado de Okmulgee. En el interior de la vivienda encontraron cuerpos tiroteados, entre ellos, los de las dos adolescentes desparecidas, pero no solo los restos mortales de ellas. También dieron con otros 4 cadáveres: el del principal sospechoso, Jesse Lee McFadden, el de su esposa y el de sus tres hijos de 17, 14 y 13 años.
"He perdido a mi hija y a mis nietos. Nunca lo superaré y es algo que me está matando", ha afirmado la suegra del asesino. Las familias están conmocionadas, también, las de las adolescentes desaparecidas. "Los monstruos deben permanecer en la cárcel. Ninguna otra familia debería pasar por esto", asegura Justin Webster, padre de una de las menores a las que buscaban las autoridades.
McFadden tenía una citación judicial el día que cometió los asesinatos. El motivo: acosar a una menor por teléfono. De hecho, poco antes, le escribió para culparla de lo que iba a pasar. Además, los registros judiciales destaparon que poseía material pornográfico infantil.