Hashem Safi al-Din y Hassan Nasrallah comparten mucho más que parentesco familiar. Primos hermanos por parte de madre, en ocasiones a Safi al-Din le han llegado incluso a confundir con Nasrallah por su gran parecido físico.
Ambos usan el turbante negro como descendientes de Mahoma. Y al igual que Nasrallah, su formación desde muy joven ha estado orientada a convertirse en un gran Ayatolá.
Con tan solo 31 años, Hashem Safi al-Din se vinculó a Hizbulá. Y dentro de la milicia ha llegado a comandar las operaciones contra Israel al sur del Líbano.
Desde 2001 es el jefe del consejo ejecutivo de la milicia chií, además de que siempre ha mantenido fuertes conexiones con Irán, también a nivel personal. Su hijo se casó con la hija del comandante iraní Soleimaní asesinado por Estados Unidos.
Aunque aún sin confirmación por parte de Hizbulá, el nombre de Hashem Safi al-Din, a quién el propio Nasrallah le nombró sucesor en 2006, suena ya como el próximo líder de la milicia.
"Esta agresión tiene sin duda su castigo y su retribución. Este castigo llegará sin duda, por voluntad de Alá", aseguraba hace apenas una semana.
Todo un reto en un momento en el que Israel ha acabado con la cúpula de Hizbulá. "El que venga no va a tener ese carisma ni esa legitimidad si se quiere pero eso no invalida la capacidad operativa que pueda tener Hizbulá por muy duro que sea el golpe que acaba de recibir", aseguraba hoy Jesús Nuñez en Al Rojo Vivo.