En Arabia hay una policía moral y se imponen castigos corporales como latigazos. En Irán la homosexualidad se castiga con cárcel, pero no la transexualidad lo que empuja a muchos gays a someterse a operaciones de cambio de género para evitar la muerte.
En Rusia aunque no hay pena de muerte hace solo tres años que se aprobó una nueva ley contra la propaganda homosexual que ha disparado los ataques a gays y lesbianas.
Se despide a profesores, se aparta socialmente a quienes reivindican su homosexualidad en el espacio público, cualquier manifestación está prohibida y sancionada con fuertes multas, de hecho, el 37% de los rusos ven la homosexualidad como una desviación.