Miedo al desabastecimiento ante el coronavirus. En Australia y Reino Unido los ciudadanos están perdiendo literalmente los papeles, en este caso el papel higiénico. El temor al coronavirus, que ya supera la barrera de los 100.000 infectados en todo el mundo, está dejando las estanterías vacías en los comercios.
El primer ministro Boris Johnson ha pedido calma y ha recordado la principal directriz para enfrentarse al virus, lavarse la manos correctamente. No obstante, reconoce que es "altamente probable" que el patógeno se extienda por el país de "manera significativa".
En Italia, lejos de controlarse, los casos de coronavirus siguen aumentado. En las últimas 24 horas hay casi 800 infectados más y se plantean prolongar las medidas restrictivas hasta principios de abril. Esto supondría pérdidas para miles de comercios que ya lucen desiertos ante la falta de clientes.
Mientras, los centros de mayores en Francia tendrán que quedarse vacíos tras la última petición del presidente "Sé que es descorazonador, pero tenemos que dejar de visitar a nuestros mayores en la medida de lo posible". Visiblemente afectado, Macron ha pedido este sacrificio mientras se amplían el cierre de centros educativos y las limitaciones a eventos multitudinarios.
Por su parte, la OMS manda un mensaje de tranquilidad ante la expansión del COVID-19: "No hay riesgo inminente (para quedarnos sin medicinas)". La organización asegura estar trabajando para que los países donde escasea el oxígeno puedan hacer frente a la gran demanda.
La OMS además ha resuelto una de las principales dudas respecto a la enfermedad y confirma que "no hay reinfectados". Explica que en China se ha dado el alta a pacientes antes de que el virus haya remitido y que por eso han vuelto a dar positivo.