La ultramaternidad en EEUU

De Hitler a Stalin, y ahora Trump: impulsa la ultramaternidad en EEUU con una 'Medalla Nacional' al estilo nazi

La otra cara
Trump revive prácticas natalistas de regímenes totalitarios, premiando a las madres con seis hijos en un intento de moldear la demografía de EEUU.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump

Donald Trump lo ha hecho. En su segundo mandato, el presidente ha anunciado la creación de una 'Medalla Nacional de la Maternidad' para las mujeres estadounidenses que tengan seis o más hijos. La medida, presentada como un "homenaje patriótico", forma parte de un plan más amplio para fomentar la natalidad entre ciertos sectores de la población. Y su inspiración histórica es tan clara como inquietante.

La propuesta incluye cheques bebé de hasta 5.000 dólares, bonificaciones fiscales masivas para las familias numerosas, y subvenciones educativas para adolescentes embarazadas. El gobierno también prepara materiales escolares sobre fertilidad, ovulación y maternidad temprana, con apoyo federal.

Pero lo que ha hecho saltar todas las alarmas es la medalla. El modelo recuerda sin disimulo a la 'Cruz de Honor de la Madre Alemana', que el régimen nazi otorgaba a las mujeres alemanas —no judías— que criaran cuatro, seis u ocho hijos. Bronce, plata u oro, siempre con la esvástica en el centro. Un galardón diseñado para perpetuar la 'raza aria'.

Michael Leutner, nieto de una de aquellas mujeres, ha sido contundente: "El nacionalsocialismo redujo a las mujeres a fábricas humanas. Esto no es diferente. Es una forma de propaganda disfrazada de reconocimiento".

No es la única inspiración autoritaria: Stalin también premió a las mujeres con más de siete hijos, y bajo su mandato se creó la categoría de 'Madre Heroína', recuperada por Vladímir Putin hace tres años con incentivos económicos incluso para estudiantes menores de edad.

Trump no lo dice abiertamente, pero sus políticas apuntan a un mismo patrón: mujeres consagradas al hogar, multiplicando a la nación que él considera legítima —blanca, anglosajona, cristiana, de clase media alta—. Los críticos lo han llamado ya natalismo excluyente.

El nuevo mandato de Trump avanza con una agenda agresiva: libertades civiles en retroceso, aborto prácticamente erradicado, tribunales conservadores blindados y ahora una ofensiva natalista con tintes de distopía histórica. El 'gran resurgir americano', al parecer, empieza en la cuna… pero no en cualquier cuna.