La muerte de Saleh al-Arouri marca un antes y un después en el conflicto entre Israel y Hamás. El asesinato tras un ataque con dron al 'número 2' del brazo político de Hamás ha recibido rápidamente la respuesta de las autoridades de Líbano, Irán o desde la propia milicia palestina, que acusan a Israel de la autoría del ataque en suelo libanés y advierten de las consecuencias. Sin embargo, las autoridades israelíes no se han pronunciado y la prensa local apunta a que el gabinete de Benjamin Netanyahu ha ordenado a sus ministros no manifestase al respecto.
Desde el partido-milicia chií libanés Hizbolá ya han advertido que el ataque de este martes en Beirut que se ha saldado con la muerte deal-Arouri "no quedará sin respuesta ni castigo". En un comunicado recogido por la agencia de noticias libanesa NNA, Hizbolá ha asegurado que sus combatientes se encuentran preparados para tomar represalias por un ataque que atribuyen al Ejército israelí, si bien desde Israel no se han manifestado aún al respecto.
De hecho, Hizbolá ha advertido de que este episodio supone "un acontecimiento peligroso en el curso de la guerra entre el enemigo y el eje de resistencia", en alusión a Israel y Hamás; y ha denunciado que se trata de "un grave ataque contra Líbano, su pueblo, su seguridad y su soberanía". "El enemigo criminal, que después de 90 días de crímenes, matanzas y destrucción no ha podido subyugar a Gaza (...) ni el resto de las orgullosas ciudades, campos y aldeas, está recurriendo a una política de asesinato y liquidación física de todos los que trabajaron, planificaron, llevaron a cabo o apoyaron la heroica operación Inundación de Al Aqsa", reza el escrito.
Tras ello, Hizbolá ha anunciado hasta nueve operaciones contra posiciones israelíes al otro lado de la frontera con Líbano y que habrían dejado numerosos soldados de Israel heridos, según la cadena de televisión libanesa Al Mayadín, afín a la milicia chií.
Por su parte, el Consejo de Ministros libanés ha informado de que Mikati ha dado orden al ministro de Asuntos Exteriores, Abdulá Bou Habib, de que presente de manera urgente una denuncia ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por el "flagrante ataque a la soberanía" que ha supuesto este ataque. Por su parte, el jefe de la seguridad nacional de Líbano, Abbas Ibrahim, ha denunciado que lo ocurrido en Beirut representa "un ataque a la soberanía libenesa" y ha acusado a Israel de intentar "escapar hacia adelante" después de no conseguir "ningún logro en Gaza más que asesinatos y masacres".
El portavoz del movimiento Al Fatá, que encabeza la Autoridad Palestina, Husein Hamayel, ha asegurado que este ataque es una estrategia de Israel para escalar el conflicto en la Franja de Gaza: "El asesinato (de Al-Arouri) es la evidencia de que el ocupante israelí es un Estado criminal y está trabajando para escalar el conflicto en todas las fronteras (...) este asesinato no detendrá al pueblo palestino de finalizar su lucha para deshacerse del yugo israelí", ha declarado Hamayel a la agencia de noticias turca Anatolia.
Además, ha informado de que, en la previa a este ataque, habían sido "asesinados" dirigentes de Acción Nacional Palestina, incluidos miembros del antiguo Comité Central de Al Fatá, si bien no ha especificado ningún nombre. En ese sentido, ha manifestado su rechazo a este ataque, que ha ocurrido como consecuencia "del silencio internacional respecto a los crímenes israelíes". "Hoy despedimos a un palestino patriota que perdió su vida por Palestina. Es un luchador, un prisionero, un libertador y un mártir", han zanjado.
Temor ante una posible escalada del conflicto
La portavoz asociada del secretario general de la ONU, Florencia Soto Niño, ha mostrado su preocupación por la posible expansión del conflicto entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) tras la muerte del 'número dos' de la milicia palestina: "Los acontecimientos son sumamente preocupantes. Y creo que esto realmente resalta lo que acaba de decir el secretario general (de la ONU, António Guterres) sobre los peligros de que este conflicto se extienda a toda la región", ha explicado Soto Niño durante una rueda de prensa.
Asimismo, ha resaltado que Guterres ha instado a todas las partes en conflicto a ejercer la "máxima moderación" para reducir las tensiones regionales y evitar que un error de cálculo escale la situación, en referencia a las declaraciones del partido-milicia chií libanés Hezbolá, que ha prometido que el ataque "no quedará sin respuesta ni castigo".
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha pedido también a las autoridades israelíes que eviten "cualquier actitud de escalada" en la región tras el ataque en la capital libanesa. "El presidente ha subrayado que es esencial evitar cualquier actitud de escalada, especialmente en Líbano, y que Francia seguirá transmitiendo estos mensajes a todos los actores implicados directa o indirectamente en la zona", ha señalado el Elíseo, según recoge la cadena BFM TV.
Macron, que ha mantenido una llamada telefónica con el líder de la oposición de Israel y miembro del gobierno de emergencia, Benny Gantz, ha expresado también su "profunda preocupación ante el elevadísimo número de muertos civiles y la situación de emergencia humanitaria absoluta en Gaza".
Al-Arouri, una figura clave
Al menos siete personas, incluido Al-Arouri, y otros miembros de Hamás, fallecieron en el ataque con dron sobre unas oficinas de la milicia palestina situadas en Mushrifiyá, en los suburbios ubicados al sur de la capital de Líbano, Beirut.
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Al-Arouri residía en Líbano desde 2018, y en 2010 fue liberado tras pasar doce años en cárceles israelíes. Considerado el 'número dos' del brazo político de Hamás y uno de los comandantes de las Brigadas Al Qassam, se le atribuye la responsabilidad de varios ataques contra Israel desde suelo libanés y se le señala como uno de los principales intermediarios en la liberación de rehenes tomados el 7 de octubre.