La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado este jueves que está colaborando con el Ministerio de Salud del Líbano para apoyar a los hospitales, que están sobrepasados por el número de víctimas causadas por la explosión de miles de dispositivos electrónicos en este país, atentado atribuido a Israel por parte de la milicia chií Hizbulá.
En una videollamada desde Beirut con la prensa internacional en Ginebra, el representante de la OMS en el Líbano, Abdinasir Abubakar, ha elogiado la reacción y los esfuerzos del ministerio y del personal sanitario, que se habían preparado para un eventual incidente que pudiese causar víctimas de forma masiva, como ha ocurrido en los dos últimos días.
Ha mencionado que incluso se realizaron simulacros en los últimos meses, pero la forma y la magnitud del ataque no tienen precedentes y han hecho difícil la respuesta de un sistema de salud que ya estaba debilitado por años de crisis interna.
El director de Emergencias Sanitarias de la organización, Mike Ryan, sostiene que "el sistema sanitario entero del Líbano está bajo una inmensa presión", a pesar de la preparación que se había realizado, que incluyó el suministro con anticipación de material médico y la formación de más de 5.000 trabajadores de la sanidad.
Tras los ataques, la OMS ha distribuido material de traumatología y cirugía de urgencia para complementar los suministros que tenía como reservas en 23 hospitales. La organización asegura que ahora está intentando ayudar a cubrir otras necesidades inmediatas, como los suministros de sangre y los paquetes de análisis de sangre.