El huracán Milton tocará tierra en la estadounidense Florida durante la madrugada. Su inminente llegada aterroriza y eso se deja notar en las ciudades donde reina el silencio absoluto y brilla el movimiento en las calles, pero por su ausencia. De hecho, los pocos vehículos que se aprecian o son de emergencias o se trata de los últimos rezagados que huyen. Y es que las autoridades no paran de repetirlo: puede ser el peor huracán en más de un siglo pues se esperan vientos devastadores. Por el momento, hay más de cinco millones de personas que están bajo orden de evacuación.

La huida ha sido masiva, tanto que las imágenes sobre estas líneas podrían corresponder a la etapa de los confinamiento. Pero no, se trata de Florida donde el agua del mar ya empieza a tragarse la tierra y de donde sus residentes ya se han marchado o se resguardan como pueden. Nadie quiere encontrarse con este huracán. Aquellos que no se encuentran en una zona de evacuación obligatoria, se quedan pero con la intriga aunque admiten "todo está muy preparado".

Milton ya asoma con fuertes vientos de más de 230 kilómetros por hora e intensas mareas en las playas. Incluso, en algunas zonas del sur Estado se han formado tornados. Así, toca sujetarlo todo para evitar que salga volando, aunque sea directamente la casa entera, como la que se ve en el vídeo principal de esta noticia, la cual han decidido atar con cinchas.

Esta situación ha obligado al presidente del país, Joe Biden, a hacer un llamamiento a la población para la evacuación, puesto que se trata de "una cuestión de vida o muerte, y no es una hipérbole". Ante la posibilidad de que se convierta en "una de las peores tormentas en cien años en Florida", se ha puesto en contacto con los dirigentes políticos de la zona para poner a su disposición "todo lo que pidan". De hecho, ha asegurado que ha ofrecido al gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la alcaldesa de Tampa, Jane Castor, su número de teléfono personal.

De esta manera, el demócrata también ha llamado a las aerolíneas y otras compañías de transporte para que se adapten a las evacuaciones y no se sumen a la ola de especulación de los precios de billetes para abandonar las partes de Florida más amenazadas por 'Milton', según ha detallado la cadena estadounidense NBC.

En estos términos se ha pronunciado también la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, quien ha denunciado que los afectados por el huracán 'Milton' -y antes por 'Helene', otra tormenta que afectó hace semanas al país- "no deberían ser objeto de especulación con los precios".

"Cualquier empresa o individuo que intente explotar a los estadounidenses en una emergencia debe saber que la Administración está monitoreando las denuncias de fraude y especulación con los precios y hará que quienes se aprovechen de la situación rindan cuentas", ha señalado Harris en un comunicado difundido por la Casa Blanca.

El huracán 'Milton' se originó hace apenas unos días en el golfo de México y en poco tiempo ha aumentado a categoría cinco, el más alto nivel para este tipo de fenómenos meteorológicos. La previsión de las autoridades estadounidenses señala que el huracán bajará a categoría tres antes de tocar la costa oeste de Florida esta madrugada.

El Servicio Nacional de Meteorología (NWS) ha señalado que "ha llegado el momento de refugiarse" ante los vientos extremos, las lluvias torrenciales y los tornados que se puedan producir y que, en algunos casos, ya se están registrando en algunas zonas de la costa oeste. "A menos que surja una situación que ponga en peligro su vida, permanezca en el interior y siga las actualizaciones", ha manifestado el NWS en sus redes sociales.

Las ciudades más afectadas serán Sarasota, Bradenton, y Tampa, que serán quienes reciban el primer impacto de 'Milton'. Una vez que el huracán ya toque tierra está previsto que baje a categoría 1 para cruzar toda la península de Florida. Parte de la población ha huido hasta Orlando, pero no se descarta que allí también se sienta con dureza el paso del huracán. Miami, en el sur, o Jacksonville, en el norte, parece que no recibirán más que tormentas.