Las cifras de la destrucción que deja Helenea su paso por Estados Unidos no hacen sino aumentar: las víctimas mortales del huracán, degradado ya a ciclón postropical, ascienden al menos a 130 fallecidos, según los últimos datos recogidos por Europa Press, mientras los desaparecidos se cuentan por centenares.

El huracán, uno de los más potentes en azotar al país norteamericano, tocaba tierra el pasado jueves en Florida y desde entonces ha matado a un centenar de personas en seis estados del sureste, entre ellos Carolina del Norte, donde se concentran la mayoría de fallecidos y el Gobierno ha autorizado una declaración de "gran desastre" para agilizar las tareas de asistencia.

A su vez, las autoridades han recibido avisos de unas 600 personas desaparecidas, aunque se espera que gran parte de ellas se encuentren con vida y que su paradero desconocido se deba a la falta de acceso a las redes de telecomunicaciones.

Helene entró el jueves por la noche como un huracán de categoría 4 en la costa sureste de Florida y se abrió paso hacia el norte, con lluvias torrenciales y vientos huracanados que han provocado escenas devastadoras en las que ahora se afanan los equipos de rescate y recuperación.

Carolina del Norte es uno de los estados peor parados, sobre todo en su flanco oeste: ejemplo de la catástrofe ha sido la localidad de Asheville, parcialmente sumergida, con sus casas destrozadas y calles llenas de escombros.

"Los datos actuales que tenemos es que parece que podría haber hasta 600 vidas perdidas. Pero no tenemos ninguna confirmación de eso. Sabemos hay 600 personas que están perdidas o desaparecidas, y ese trabajo continúa", ha declarado la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Liz Sherwood-Randall.

El gobernador, Roy Cooper, explicaba este domingo que las fuertes lluvias que cayeron en las montañas provocaron deslizamientos que arrasaron carreteras, tumbaron postes de la luz y torres de telecomunicaciones a su paso hacia las zonas residenciales. Unas 280 carreteras estatales continuaban cerradas, por lo que las autoridades estaban llevando recursos a las personas atrapadas por vía aérea, mientras que un millar de personas permanecía en refugios, según Cooper.

Las penurias se están viendo acrecentadas por los apagones que este domingo mantenían sin energía a 2,4 millones de personas en los cinco estados del sureste más afectados y a otras 130.000 en los cinco vecinos del norte donde se debilitó el huracán.

El presidente Joe Biden tiene intención de viajar esta misma semana a las zonas impactadas por el huracán Helene en cuanto sea posible sin entorpecer la respuesta de emergencias, según indicaba la Casa Blanca este domingo. Por su parte, la vicepresidenta y candidata demócrata a las elecciones, Kamala Harris, volverá a Washington este lunes, acortando así su viaje de campaña a Nevada, para ser informada sobre la respuesta al huracán.