Los rebeldes hutíes del Yemen, respaldados por Irán, han confirmado la captura de un buque, que aseguraron pertenece a Israel, algo que niega el Estado judío, en "una operación militar en el mar Rojo" que culminó con el desvío del barco hacia un puerto controlado por los insurgentes, que afirmaron que estas acciones solo van dirigidas contra navíos israelíes. El secuestro se produce tan solo unos días después de que los hutíes anunciaran que iban a tomar represalias por el asedio en Gaza.
El portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, ha señalado en un discurso televisado que el movimiento chií respaldado por Irán realizó esta operación, "cuyo resultado fue la captura de un barco israelí y su traslado a la costa del Yemen". El vocero no especificó a qué puerto fue trasladado el buque, si bien los hutíes mantienen el control de dos en el mar Rojo: el de Al Hudeida y el de Al Salif, este último utilizado con fines militares.
Sarea tampoco ha detallado cuántas personas viajaban en la embarcación ni sus nacionalidades, pero ha indicado que los insurgentes "tratan a la tripulación del barco de acuerdo con las enseñanzas y valores" del islam. Asimismo, ha renovado su advertencia "a todos los barcos que pertenecen al enemigo israelí o que trabajan con él", y ha indicado que estos buques son "un objetivo legítimo".
El portavoz militar ha añadido que los hutíes "seguirán realizando operaciones militares contra el enemigo israelí hasta que cese la agresión contra la Franja de Gaza y cesen los crímenes atroces que continúan hasta este momento" tanto en el enclave palestino como en Cisjordania. "Si a la comunidad internacional le preocupa la seguridad y la estabilidad de la región y que el conflicto no se extienda, debería detener la agresión israelí contra Gaza", ha indicado Sarea, que acusó a Israel de "amenazar la seguridad y la estabilidad" en Oriente Medio.
Israel niega que sea suyo
El Ejército israelí informó anteriormente de la captura del barco y acusó directamente a Irán de esta acción, que calificó de "un incidente muy grave de consecuencias globales". Ha afirmado que la nave no es israelí ni lleva tripulantes de esa nacionalidad. El buque en cuestión, que se dirigía desde India rumbo a Turquía, es el transportador de vehículos 'Galaxy Leader', con bandera de las Bahamas y propiedad parcial del magnate israelí Rami Unger, según la prensa local.
Sin embargo, la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, "el barco es propiedad de una empresa británica y es operado por una empresa japonesa" y, a bordo, "se encuentran 25 miembros de la tripulación de diferentes nacionalidades, incluyendo de Ucrania, Bulgaria, Filipinas y México".
Por la "brutal agresión israelí-estadounidense"
El vocero de los hutíes ha justificado este tipo de acciones "a la luz de la brutal agresión israelí-estadounidense contra la Franja de Gaza, caracterizada por masacres y genocidio diario". El pasado día 14, el líder de los insurgentes, Abdelmalik al Huti, ya advirtió que el movimiento chií estaba planeando "operaciones adicionales para golpear objetivos sionistas en Palestina o en otros lugares", y afirmó que lo harían "en el Mar Rojo, particularmente en Bab al Mandab y sus aguas adyacentes a las territoriales yemeníes".
"No dudaremos en atacarlos (...) Nuestros ojos están abiertos, en constante vigilancia y búsqueda de cualquier barco israelí", insistió. Desde el inicio de la guerra en Gaza el pasado 7 de octubre, los hutíes advirtieron que no se quedarían "de brazos cruzados" y desde entonces han lanzado una serie de misiles y drones contra territorio israelí.