Días después del terrible atentado yihadista que sembró el terror durante horas en la ciudad de Moscú el pasado viernes han salido a la luz imágenes del estado en el que ha quedado la sala de conciertos Crocus City Hall de Moscú. Grabadas desde un dron, el amasijo de escombros e hierros deja ver el nivel destrucción que dejó este ataque, reivindicado por una sección del grupo islamista Daesh.
La Crocus City Hall se encuentra en la ciudad de Krasnogorsk, a 25 kilómetros al noroeste de la capital. El ataque se produjo justo antes de que empezase el concierto del grupo Picnic, sobre las 20h de la tarde, y al que estaba previsto que asistieran unas seis mil personas.
Precisamente este miércoles ha ascendido a 140 el número de víctimas mortales del atentado tras el fallecimiento de un herido grave, según ha informado el ministro de Sanidad ruso, Mijaíl Murashko. Según los investigadores rusos, la causa de la muerte de los asistentes al concierto, en el que se produjo la tragedia, son heridas de bala y la asfixia por el humo del incendio provocado por los atacantes. A pesar de que el presidente ruso, Vladímir Putin, ha terminado reconociendo la autoría islamista del atentado, el Kremlin sigue sosteniendo que existe una vinculación entre Occidente y este ataque sufrido en suelo ruso. También insiste en que en buscar una "huella ucraniana" en el atentado.