El edificio residencial de Dnipro, que fue atacado el sábado por Rusia, aguanta en pie entre las ruinas. De hecho, se puede ver una de las cocinas. En esa cocina amarilla se celebró hace solo unos días el cumpleaños de la hija de un boxeador ucraniano que falleció en el ataque. Este martes ha sido enterrado.

El balance de muertos a causa del ataque ha ascendido a 44, según ha confirmado el Servicio Estatal de Emergencias (SES), que ha indicado además que los trabajos de búsqueda y rescate han finalizado en la zona. "A las 13.00 horas del 17 de enero, las operaciones de búsqueda y rescate en el lugar del ataque en la ciudad de Dnipro han sido completadas", ha dicho el organismo a través de su cuenta en Telegram, donde ha detallado que entre las víctimas mortales hay cinco niños.

Asimismo, el SES ha manifestado que otras 79 personas resultaron heridas en el ataque, incluidos 16 niños. Ucrania ha puesto este bombardeo como ejemplo de los abusos cometidos por Rusia durante el conflicto, con menajes de pesar compartidos también con sus principales socios internacionales. En cambio, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, negó el lunes que el derrumbe se debiese a un misil ruso, alegando que Moscú nunca ataca objetivos civiles.

Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, aseguró el lunes que los responsables del ataque serán juzgados por el Tribunal Penal Internacional (TPI). "No hay duda: cada persona culpable de este crimen de guerra será identificada y llevada ante la Justicia", zanjó.

Aguanta en pie entre las ruinas del edificio atacado en Dnipró. En esa cocina amarilla, hace solo unos días, se celebraba el cumpleaños de esta niña. Es la hija de un entrenador de boxeo ucraniano fallecido en el ataque ruso contra el edificio. Hoy ha sido enterrado.