A plena luz del día, en el norte de Cisjordania, varios testigos captaron imágenes de soldados israelíes arrojando cadáveres palestinos desde una azotea tras una redada militar. En uno de los momentos más impactantes del video, uno de los cuerpos es pateado por los soldados antes de ser lanzado. Posteriormente, una excavadora se encarga de enterrar los cuerpos entre los escombros, en un acto que ha sido calificado por las autoridades palestinas como una violación flagrante del derecho internacional.
Según las normativas internacionales, los soldados están obligados a tratar con decencia los cuerpos, incluso los de los combatientes enemigos. Sin embargo, este incidente pone de relieve lo que los palestinos consideran la brutalidad inherente del ejército israelí. Las imágenes han generado una ola de indignación global, mientras que el gobierno israelí, como en ocasiones anteriores, ha prometido una investigación, alegando que este tipo de actos no reflejan la conducta habitual de sus fuerzas, a las que describen como "el ejército más moral del mundo".