Gisèle Pelicot, la mujer que su marido drogaba y ofrecía a otros hombres para violarla, no solo tiene que aguantar durante el juicio los brutales ataques de la defensa que le acusa de ser cómplice de sus violaciones. El comportamiento de algunos de los acusados deja mucho que desear.
Algunos acusados han encarado a los periodistas para que no les graben a su salida del tribunal. Y no solo lo han hecho con la prensa, también con el público que les espera a la salida para abuchearles.
Es imposible no indignarse con la actitud de algunos acusados. Dentro del tribunal murmuran y se ríen entre ellos; algunos incluso se echan una siesta. Solo se acuerdan de dónde están cuando suben al estrado. Sin ir más lejos, este viernes la policía ha tenido que poner orden. A la salida, amenazan a la prensa para que no grabemos su imagen.
Este mismo viernes el presidente del tribunal que está juzgando el caso de Dominique Pelicot ha decidido que solo se emitirán los vídeos de las violaciones en casos muy justificados y si lo piden las partes.