Ucrania quiere adherirse a la Unión Europea y la OTAN, y reclama que ese proceso se produzca cuanto antes ante la invasión rusa. Pero ¿qué implica la integración de este país por procedimiento de urgencia en el bloque europeo y de la Alianza Atlántica en un contexto como el actual? La lectura de este escenario es de lo más interesante, pues podría cambiar radicalmente la posición de ambas estructuras de cara a dicho conflicto, presentando una posición más activa y, quizá, más ofensiva por parte de occidente que la que se ha visto hasta la fecha.
Así se recoge, en primer lugar, en el punto siete del Artículo 42 del Tratado de la UE: "Si un Estado miembro es objeto de una agresión armada en su territorio, los demás Estados miembros le deberán ayuda y asistencia con todos los medios a su alcance, de conformidad con el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas". En ese epígrafe de la Carta de la ONU se recoge, precisamente, esa postura: "Ninguna disposición menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas".
Más tajante es la OTAN en esta cuestión, como muestra en su Artículo 5: "Las Partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas, y en consecuencia, acuerdan que si tal ataque se produce, cada una de ellas [...] ayudará a la Parte o Partes atacadas, adoptando seguidamente, de forma individual y de acuerdo con las otras Partes, las medidas que juzgue necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada, para restablecer la seguridad en la zona del Atlántico Norte".
Hasta ahora, tanto la Unión Europea como la OTAN han rechazado una posición militarmente activa para hacer frente a la invasión orquestada por Putin, dado que Ucrania no pertenece a ninguna de las dos organizaciones. Así, ambas estructuras no han ido más allá del envío de armamento y la implementación de un paquete de sanciones, entre otras medidas, para poner freno a las intenciones del presidente ruso, aunque esos criterios podrían cambiar si Ucrania se integra en ambas fuerzas. Sin embargo, los procesos para su adhesión en la UE y la Alianza Atlántica no son ni mucho menos fáciles.
Cabe, no obstante, la posibilidad de acelerarlos, algo que ha reclamado este martes ante la Eurocámara el propio presidente, Volodímir Zelénski. A través de una conferencia telemática, ha alertado de la situación crítica que atraviesa su territorio y ha apelado directamente a los Estados miembro para que faciliten esta transición: "Luchamos también para ser miembros de pleno derecho de Europa. Hoy mostramos al mundo lo que es Ucrania. Sin vosotros, se va a quedar sola. Por favor, demostrad que la UE está con nosotros y que no nos dejará de lado. Así la vida vencerá a la muerte".
¿Qué pasa si Ucrania se une a la UE?
Este lunes, el propio Zelénski firmaba un documento con el que solicitaba formalmente la integración de su país en el grupo de los Veintisiete. Con esta petición se activan, en principio, los procesos que establecen los Tratados europeos para examinar una candidatura; un proceso abierto a todo país europeo que cumpla y promueva los valores fundamentales de la UE. Así consta en el Artículo 49 del Tratado de la Unión Europea: "Cualquier Estado europeo que respete los valores mencionados en el Artículo 2 y se comprometa a promoverlos podrá solicitar el ingreso como miembro en la Unión".
Una vez publicada esta solicitud, "se informará de la misma" al Parlamento Europeo y a los Parlamentos nacionales, detalla ese Artículo 49: "El Estado solicitante dirigirá su solicitud al Consejo, que se pronunciará por unanimidad después de haber consultado a la Comisión y previa aprobación del Parlamento Europeo". ¿Cuáles son esos valores dictados en el Artículo 2? Los de "respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minorías".
La adhesión a la OTAN está abierta a cualquier otro Estado europeo dispuesto a respaldar los principios de este Tratado y contribuir a la seguridad del área del Atlántico Norte"
Valores, según la UE, "comunes a los Estados miembros en una sociedad caracterizada por el pluralismo, la no discriminación, la tolerancia, la justicia, la solidaridad y la igualdad entre mujeres y hombres". Dada la situación de crisis que se vive en Ucrania ahora mismo, los plazos para la valoración de esta solicitud podrían acortarse significativamente. Después, en el caso de la opinión de la Comisión, una fase que requiere habitualmente de un plazo de entre 15 y 18 meses, cabe destacar que no se trata de un plazo cerrado y que puede alargarse o, también en este caso, ser "significativamente más corto" atendiendo a consideraciones "políticas".
Así, la posible unión de Ucrania a la UE podría darse en un tiempo relativamente corto. En el caso de la entrada en OTAN, el proceso y el tiempo del mismo son algo similares. Tal y como dicta el organismo, la adhesión a la misma está abierta a "cualquier otro Estado europeo dispuesto a respaldar los principios de este Tratado y contribuir a la seguridad del área del Atlántico Norte". En este caso, la OTAN dispone de un Plan de Acción para la Adhesión que ayuda a los candidatos que quieren unirse a cumplir una serie de requisitos fundamentales, proporcionándoles asesoramiento práctico y ayuda específica.
Aunque en la actualidad reclama una adhesión de urgencia, lo cierto es que gran parte de Ucrania lleva años luchando por su incorporación en la Unión Europea con distintos movimientos, algunos de los cuales han llegado a derivar en revueltas por todo el país. El 'Euromaidán' es, precisamente, prueba de ese sueño europeísta que, entre 2013 y 2014, se difundió por el país y que llevó al derrocamiento de Víktor Yanukóvich, presidente en aquel momento y líder del Partido de las Regiones prorruso. Aunque, como sucede también ahora, no todo el país apoya este planteamiento: la apuesta por la unión a la UE cuenta con grandes apoyos en Kiev y en el oeste de Ucrania. En cambio, esa posición cae notablemente en favor del camino ruso conforme se avanza hacia el este; también, en el sur del país.