La investigación llevada a cabo por una comisión independiente en Francia ha destapado a entre 2.900 y 3.200 sacerdotes u otros miembros de la iglesia pedófilos entre 1950 y 2020.
En total unas 216.000 personas sufrieron abusos sexuales por parte de curas o religiosos en Francia. Si se suman los abusos provocados por laicos que trabajan en medios religiosos, catequesis o centros educativos católicos, el número se eleva a 330.000, reveló el presidente de esa comisión, Jean-Marc Sauvé.
Sus conclusiones muestran que la iglesia es el tercer lugar donde más abusos sexuales sobre menores se producen en Francia, por detrás de la familia o los círculos de amigos. Sauvé señaló que se trata de un porcentaje de incidencia de entre el 2,5% y el 2,8%, inferior a otros países donde se han hecho estudios similares, como Alemania (4,4%), Estados Unidos (4,8%), Australia (7%) o Irlanda (7,5%).
El 56% de las agresiones y actos pedófilos identificados se produjeron entre 1950 y 1969, mientras que en los años 70 y 80 hubo una reducción (22%) y, a partir de ese momento, una estabilización (22%).
Sauvé explicó esa tendencia por la disminución del número de clérigos en esos años y la asistencia de público a ámbitos religiosos, pero señaló que "el problema no está resuelto". Acusó a la iglesia católica de "negligencias" en el trato de los casos y de haber "mantenido a clérigos acusados de tocamientos en contacto con niños" pese a las señales de advertencia que les llegaban.
El informe apuesta por crear un mecanismo de indemnización de las víctimas pero, sobre todo, por un reconocimiento de su condición.