Los buscas que se muestran en las imágenes sobre estas líneas eran la nueva apuesta del grupo Hizbulá para sus comunicaciones con el fin de preservar el secreto de sus operaciones militares que podrían estar expuestas a través de teléfonos inteligentes. "Estaban siendo de alguna manera hackeados por las fuerzas de defensa israelíes y cada vez que combatían en la frontera con Líbano la aviación israelí atacaba con bastante precisión a estas células", explica a laSexta el politólogo y experto en defensa, Guillermo Pulido.
De hecho, el líder de las milicias, Hasán Nasralá, pidió de forma expresa a sus miembros que se deshicieran de sus móviles al considerar que son "un espía asesino que da información detallada al enemigo y muestra la ubicación" de los comandantes. Entonces, confiaron en este dispositivo más arcaico y, supuestamente, más seguro.
Según el fabricante son resistentes al polvo y hasta al agua. Se trata de objetos muy duraderos que se comercializan desde diciembre de 2023 y que suenan o vibran al recibir un mensaje. Eso sí, no han cumplido con su cometido que era el de garantizar la seguridad de sus comunicaciones, pero también de sus milicianos.
Israel no solo ha logrado acceder a ellos sino que ha llevado a cabo un ataque simultáneo y sin precedentes que deja en entredicho la hasta ahora hermética seguridad de Hizbulá. El director de 'The Political Room', Yago Rodríguez, explica que se trata de "una organización muy pequeña que ha buscado mucha eficiencia", por lo que "son muy habilidosos y muy secretos". Ahora, "esto ha roto toda la seguridad operativa de la organización", completa Rodríguez.
Un duro golpe que según los expertos ha descolocado a Hizbulá que ya promete una respuesta específica a esta masacre, después de que esta operación dirigida por el Mossad y el Ejército dejase una docena de víctimas mortales, entre ellas dos niños, así como miles de heridos.
Fuentes de la inteligencia israelí a escala regional señalaron al medio Al Monitor que el Estado judío llevó a cabo el ataque de este martes de forma precipitada después de dos miembros del partido-milicia chií empezaran a sospechar de que estos dispositivos habían sido manipulados.