Un total de ocho condenados por pertenencia al grupo terrorista Estado Islámico (EI) fueron ejecutados este jueves en Irak, en medio de un repunte de aplicaciones de la pena capital en este país, informaron hoy viernes a EFE fuentes de seguridad iraquíes.

Una fuente de seguridad de la ciudad de Nasiriya, la capital de la provincia sureña de Di Qar, dijo en condición de anonimato que los ocho condenados fueron ahorcados por "perpetrar actos terroristas y pertenecer al Estado Islámico" tras ser condenados, de acuerdo con la Ley antiterrorista de 2005.

Las ejecuciones se llevaron a cabo en la cárcel de Al Hut, donde se aplican gran parte de las penas capitales que se dictan en Irak y fueron llevadas a cabo en presencia de un equipo especializado del ministerio iraquí de Justicia, de acuerdo con el informante, que agregó que todos los ajusticiados eran iraquíes.

El pasado 6 de mayo, otras 11 personas fueron ejecutadas en un solo día por cargos similares en Irak, un país en el que en todo 2022 ejecutó al mismo número de personas, de acuerdo con Amnistía Internacional (AI). Varias organizaciones de derechos humanos, entre ellas AI, han denunciado que estas ejecuciones tienen lugar después de que los condenados sean declarados culpables de cargos de terrorismo "demasiado amplios y vagos" y tras un proceso judicial con "una alarmante falta de transparencia".

Amnistía Internacional manifestó entonces su preocupación por que "muchas más personas hayan sido ejecutadas en secreto en medio de una inquietante falta de transparencia respecto a las ejecuciones en Irak en los últimos meses". Asimismo, recordó que medios locales informaron el 25 de diciembre de 2023 sobre las ejecuciones de 13 hombres, en lo que fue la primera ejecución masiva registrada en el país desde noviembre de 2020.

Según la ONG, más de 8.000 presos están condenados a pena capital en la actualidad, mientras que unas 150 personas corren "riesgo inminente" de ser ejecutadas después de que el presidente de Irak, Abdellatif Rashid, ratificara sus condenas, un requisito indispensable para que éstas se lleven a cabo.

Las ejecuciones en Irak se llevan a cabo por ahorcamiento, pero muchas de las sentencias a pena de muerte emitidas por tribunales iraquíes no llegan a ser aplicadas al requerir de un largo proceso administrativo y la ratificación del presidente.