Son dos periodistas de referencia en Irán, la revista 'Time' las incluyó en una lista entre las 100 personas más influyentes. Y ahora podrían ser condenadas a la pena de muerte solo por ejercer su trabajo. Nilufar Hamedi y Elahe Mohammadi, las dos periodistas que informaron sobre la muerte de Mahsa Amini, han sido acusadas de conspirar contra la seguridad nacional, propaganda contra el sistema y de colaborar con el gobierno de Estados Unidos.
La activista e intérprete iraní, Ryma Sheermohammadi, asegura que "la acusación de colaborar con países enemigos es porque Irán sostiene que estas protestas vienen promovidas y apoyadas por personas que colaboran con países occidentales que quieren desestabilizar el gobierno". Esta acusación es la más grave de las tres y puede ser penado con 10 años de cárcel. Explica Sheermohammadi, "en caso de que haya una sentencia para ellas y se pueda recurrir ese delito, no cuenta con ninguna amnistía o ningún tipo de perdón", por lo que irían a prisión.
La noticia ha conmocionado a los activistas. Las periodistas llevan detenidas siete meses. En el caso de Hamedi, por ser quién publicó la foto de Mahsa en coma e intubada en el hospital. Y Mohammadi cubrió su entierro en la ciudad Saquez, donde se desataron las protestas masivas por la muerte de la joven de 22 años.
Una movilización contra la república islámica iraní que rápidamente se trasladó por todo el país y por lo que el régimen puso el foco en ellas al relacionarlas con la figura de este movimiento social que fue la muerte de Mahsa.
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Ahora su destino está en manos de la justicia iraní. Dentro de un mes está previsto que empiecen las vistas del juicio, después se conocerá su sentencia.